El Tribunal Tercero contra Crimen Organizado de San Salvador ordenó ayer una revisión médica para Luis Alfonso Amaya Pineda, quien es acusado de ser un supuesto jefe narco, capturado el pasado 22 de febrero de este año, y quien es procesado por los delitos de tráfico ilícito de drogas y tenencia, portación ilegal e irresponsable de armas de fuego.

Según una fuente judicial, la jueza ordenó que al supuesto jefe narco salga del penal de Quezaltepeque, donde permanece detenido, hacia la clínica particular del médico que lo atiende, para que sea éste quién emita un informe que determine la condición de salud.

La solicitud fue concedida en una audiencia de revisión de medidas, donde se buscaba que la jueza bajo esos argumentos de quebranto de salud, le cambiara la medida de la detención provisional a medidas sustitutivas; sin embargo, la jueza declaró no ha lugar esa petición de la defensa.

“Definitivamente la jueza dijo cero revisión de medidas, pero como se había presentado dictámenes médicos que el señor está muy enfermo del corazón, entonces simplemente, dijo declaraba sin lugar la revisión de medidas”, sostuvo la fuente judicial consultada por este periódico.

“Solamente voy a ordenar que saquen al imputado a la clínica del cardiólogo, para que determine la condición de salud”, añadió la fuente sobre la resolución de la jueza.

Según la defensa de los procesados, el día de la audiencia inicial, el imputado estaba a punto de someterse a una operación cuando fue capturado, debido a la obstrucción de la vena aorta.

Junto a Luis Alfonso Amaya Pineda también fue capturada su compañera de vida, Zaida Lisseth Candel Osorio. Amaya es señalado por la Fiscalía General de República (FGR) por ser un jefe de una estructura de trasiego de drogas, desde Costa Rica y Panamá, hacia El Salvador y diferentes destinos.

El día de su captura se les decomisó siete kilos de cocaína, valorados en $197,449.90, en su vivienda en la residencial Bosques de Santa Elena Sur, en Antiguo Cuscatlán.