Desde las 7:00 de la mañana del domingo hasta las 4:30 de la mañana de este lunes, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales registró un acumulada de 307.6 milímetros de lluvia acumulada en el distrito de Apaneca en el departamento de Ahuachapán, es decir, en 21 horas.

Debido a esta razón el Observatorio de Amenazas del ministerio indicó una probabilidad muy alta del 80 y 100 % de derrumbes “generando daños en infraestructura de caminos y vivienda en zona de cordillera Apaneca-Ilamatepec”.

Por otro lado, en el mismo periodo también reportó 205.6 milímetros de lluvia en la estación de El Imposible en San Francisco Menéndez, siempre en Ahuachapán, mientras que reportó 166.4 milímetros Los Naranjos, Juayúa, Sonsonate. De igual forma 143.6 milímetros en Santa Isabel Ishuatán, siempre en Sonsonate.

El Observatorio señaló énfasis con la probabilidad de flujos de escombros debido a la saturación de agua en la tierra.

Por otro lado, reportó 138.2 milímetros en la ciudad de San Vicente, en la zona Paracentral, mientras que 137.4 en Panchimalco, al sur de San Salvador. Similar cantidad de lluvia fue reportada en Jujutla, Ahuachapán.

Mientras que en Nuevo Cuscatlán se registró 134 milímetros, igual que ene l volcán de San Miguel. También 133.8 milímetros en Comasagua, La Lubertad.

Esta misma probabilidad de flujo de escombros también fue señalada en los caminos y viviendas del complejo Volcánico de San Salvador, Nejapa, Quezaltepeque y Mejicanos, la carretera Los Chorros y las calles hacia El Boquerón.

En la zona paracentral señalaron esta misma situación en los distritos de Tepetitán, Guadalupe, San Vicente, Verapaz y San Cayetano Istepeque, mientras que en el oriente, hay probabilidad de deslizamientos en el complejo volcánico Berlín-Tecapa, Alegrí,Berlín y Santiago de María asimismo en el volcán de San Miguel, especialmente en el cantón Placitas.

Las probabilidades altas de deslizamiento se debe a la situación de lluvia tipo temporal que el país enfrenta desde la semana pasada, producto de dos sistemas que se están formando, uno en el Océano Pacífico y otro en el Golfo de México que están trayendo abundante humedad a El Salvador y el resto de Centroamérica.