Lo de Rusia es una enfermedad endémica, aparentemente incurable, letal e irreversible. Ese sentido de superioridad étnica, histórica o sanguinidad que nació en esa basta geografía asiática lindante con Europa, denominada Eurasia, que tantos dolores de cabeza le ha proporcionado a la humanidad, no se evidencia con un Vladimir Putin cualquiera, ni fue él su iniciador ni máximo representante.

De acuerdo a un borrador filtrado por el medio digital Politico, la Corte Suprema de Estados Unidos controlada por el ala conservadora afín al expresidente Donald Trump, parece dispuesta a votar para anular la decisión del caso Roe contra Wade, que legalizó el aborto en todo el país.

El pasado diciembre la corte escuchó los argumentos orales en el intento de Mississippi para establecer plazos para el acceso al aborto; a esto se han sumado otros estados con intenciones de incluso prohibirlo en cualquier circunstancia.

A nivel mundial, las políticas restrictivas sobre el aborto han sido reconocidas internacionalmente como un factor de riesgo para aumento de la mortalidad materna, el Centro Nacional de Estadísticas de Salud avaluaron la tendencia de la mortalidad materna en los Estados Unidos de 2015 al 2018 y encontraron que aquellos estados con restricciones al acceso de salud reproductiva tienen un total de mortalidad materna que llega a ser hasta el 51% más alto . Estos hallazgos contribuyen a la creciente evidencia que documenta el impacto perjudicial de un clima restrictivo de derechos reproductivos en la salud materna e infantil.

Y esto agrava más la situación actual de la muerte materna en este país , según “Statist”, Estados Unidos es el país desarrollado con la tasa más alta de muerte materna 17.4 x 100,000 nacidos vivos (n.v.), muy superior a España, Alemania, Italia y Australia que no sobrepasan el 4 x 100,000 n.v.. Aún dentro de los Estados Unidos los valores en los estados mas pobres son mucho más altos como Luisiana 58.1 y Alabama 48.4, con valores más altos que Egipto, China, Argentina y El Salvador (todos menores de 50 x 100,000 n.v.)

Dentro de la argumentación se escuchan voces rebatiendo sobre la moralidad del tema, algunos políticos y religiosos, muchos de ellos antivacunas y anticiencia, promulgan que el acto médico con respecto a apoyar a las mujeres que desean determinar el número de hijos y cuando tenerlos significa alterar los destinos de la “voluntad de Dios”; sin embargo, no dudan en buscar asistencia médica en situaciones que amenazan su salud y vida, lo cual a través de la ciencia médica, es alterar la “voluntad de Dios”; una doble moral que al final se rompe cuando se afectan sus intereses personales; es más sobre “ lo bueno o lo malo” que en este caso pasa muchas veces por el triste dilema que tiene una niña sobre continuar una maternidad forzada (violación) o la de interrumpir el embarazo. Cualquiera que sea el camino, tendrá siempre un resultado duro y dramático; mal haríamos en situar su decisión en esta dicotomía moral entre lo que está bien y lo que está mal, en este caso, la única moral que interesa es la de la persona afectada ; como lo he dicho siempre, nadie puede estar a “favor” del aborto, lo que sí podemos es estar a favor que las mujeres puedan, en situaciones difíciles, tomar un camino de una manera informada y autónoma , que les permita decidir sobre su salud y su vida ; si este derecho tan fundamental se les vulnera que podemos esperar del respeto al resto de derechos.

El prohibir un aborto no va a detener a las mujeres de realizarse un aborto, lo que sí se incrementará es el traslado para buscar atención, incluso cruzando la frontera a México como ya sucede en Texas; incrementará el aborto de forma insegura que es una de las principales causas, prevenibles, de muertes maternas, así como el aumento de complicaciones de salud física y mental, de cargas sociales y financieras para las mujeres , las comunidades y los sistemas de salud.

La Corte pone en riesgo lo que las Naciones Unidas reconoce como “Justicia Reproductiva”, la cual es “el reconocimiento del derecho humano a mantener la autonomía corporal personal, tener hijos, no tener hijos y criar a los hijos que tenemos en comunidades seguras y sostenibles”. Como dijo en la argumentación la jueza Sonia Sotomayor (una de las únicas tres mujeres en una corte de nueve): “Será ahora será el Estado quien decidirá por las mujeres, podemos elegir complicarte físicamente tu existencia, ponerte en riesgo médico y hasta hacerte más pobre”.