Hace unas semanas leí una noticia alarmante: traficantes de personas, “coyotes”, están utilizando plataformas como TikTok para ofrecer sus “servicios” y prometer cruces “seguros” hacia Estados Unidos. Llevo más de 33 años en el servicio exterior, y puedo afirmar que esa promesa es una mentira peligrosa... Y esto es ahora más cierto que nunca.

El presidente Trump está comprometido con asegurar nuestras fronteras, proteger a nuestras comunidades y hacer cumplir las leyes migratorias de los Estados Unidos. Si una persona intenta entrar ilegalmente a Estados Unidos, miente en su solicitud de visa, trabaja sin autorización o se queda más tiempo del permitido, enfrentará consecuencias graves.

En febrero de 2025, las detenciones de personas que cruzaron la frontera ilegalmente y se encontraban en territorio estadounidense aumentaron un 627 por ciento en comparación con el año anterior. Eso no es casualidad: es resultado directo de una política migratoria clara y firme. Quien cruce la frontera ilegalmente, viole las leyes o permanezca sin autorización será detenido y deportado.

Pero proteger nuestra frontera no se limita a lo físico. Desde el momento que se recibe una solicitud de visa, el gobierno de los Estados Unidos, a través de los diferentes consulados en nuestras embajadas, emplea el sistema más riguroso del mundo para detectar fraudes. Algunas personas, sin medir las consecuencias, intentan mentir en sus solicitudes, esconder antecedentes, usar documentos falsos o fingir vínculos familiares. Estas acciones no solo ponen en riesgo su entrada al país, sino también la de sus familiares. Por eso, mi equipo en la Embajada trabaja estrechamente con funcionarios migratorios salvadoreños, capacitándolos para detectar fraudes documentales, colaboración que solo el año pasado permitió identificar más de 260 documentos falsos y pagos ilícitos superiores al medio millón de dólares. El fraude migratorio es un delito grave que puede resultar en la prohibición permanente de ingreso a los Estados Unidos.

Desde que una persona recibe su visa aprobada, nuestro sistema monitorea activamente el uso que le dan a la misma. Si alguien viola las condiciones de su estadía, quedándose más del tiempo permitido en su entrada, trabaja sin permiso o comete delitos —incluso menores— su visa será revocada y será deportado.

Sabemos que muchas veces estos intentos ilegales no se hacen solos. Por eso, el gobierno estadounidense también toma medidas firmes contra quienes facilitan la migración irregular, incluyendo a traficantes de personas y funcionarios que toleran o promueven estas prácticas. En algunos casos, hemos impuesto restricciones de visa a ejecutivos de empresas privadas —como compañías de vuelos chárter y autobuses— que han facilitado estos movimientos ilegales.

La realidad es clara: los riesgos de migrar ilegalmente superan con creces cualquier supuesto beneficio. Puede perder la vida, caer en manos de criminales o quedar marcado con antecedentes que afectarán su futuro y el de su familia. Las consecuencias son severas: cárcel, separación familiar y la prohibición definitiva de volver a ingresar a los Estados Unidos.

Si usted conoce a alguien que se encuentra ilegalmente en los Estados Unidos, lo mejor que puede hacer es recomendarle que regrese voluntariamente a El Salvador.

Cumpla la ley, proteja a su familia y cuide su futuro. No se arriesgue innecesariamente.

• William H. Duncan, Embajador de Estados Unidos ante El Salvador