El ejercicio de observación electoral es un pilar fundamental para asegurar la integridad de los procesos electorales ya que permite registrar, documentar y actuar ante cualquier irregularidad que pudiera vulnerar los principios fundamentales de dichos procesos. Esta semana se presentó Observa El Salvador 2024, un consorcio de siete entidades de la academia y la sociedad civil organizada, que tiene como objetivo realizar un ejercicio de observación electoral efectiva e independiente para contribuir a la integridad del proceso electoral 2024.

Como parte de su presentación Observa El Salvador 2024 dio a conocer su primer informe de observación en el que se analizaron los principales desafíos y riesgos de las elecciones 2024. El punto de partida de dicho análisis identificó dos características contextuales que explican la evolución y comportamiento actual del régimen político y electoral salvadoreño: una alta concentración y centralización de poder político a nivel nacional, particularmente a nivel presidencial; y, la vigencia del estado de excepción.

Dentro del análisis presentado el Consorcio señaló que ha identificado ocho áreas prioritarias que representan desafíos significativos para la integridad del actual proceso electoral: 1) Reglas inciertas y difusas: con la derogación del Artículo 291-A del Código Electoral se posibilitó la realización modificaciones sustanciales al sistema electoral a menos de un año de las elecciones como la reducción de escaños legislativos y la fórmula para su asignación, cambios en la división política administrativa que redujo el número de municipios, la aprobación de la Ley Especial para el Ejercicio del Sufragio en el Extranjero, entre otras. 2) Procedimientos electorales diferenciados para votantes en territorio nacional e internacional, que constituyen el desafío para el TSE de implementar dos modalidades de voto diferente a la vez de garantizar igualdad en el ejercicio de los derechos civiles. 3) Autonomía limitada del TSE, a pesar de que constitucionalmente es la autoridad máxima en materia electoral, no se encuentra supeditado a organismo alguno y es independiente respecto de los tres poderes del estado. 4) Falta de condiciones equitativas para la competencia política con acceso desigual de los contendientes al financiamiento público y a los medios de comunicación. 5) Limitada transparencia que restringe un voto informado y la posibilidad de realizar ejercicios de contraloría social con información accesible y comprensible. 6) Un espacio cívico limitado que vulnera los derechos de asociación, participación y expresión de la ciudadanía. 7) Nuevos factores de inseguridad y respeto a los derechos humanos: la actual vigencia del régimen de excepción, que implica la suspensión de garantías constitucionales, presenta el desafío de garantizar que dicha medida no influya en el ánimo del electorado o en el proceso en general. 8) Un entorno político plural en crisis ante la polarización, lo que afecta la deliberación pública y limita la información del electorado a la hora de estructurar su preferencia electoral.

Al mismo tiempo Observa El Salvador presentó una serie de recomendaciones específicas para abordar estas problemáticas, como la de restablecer límites temporales para la modificación de las normas previo a un proceso electoral, establecer la obligación de que las autoridades electorales deban ser consultadas en materia de reformas electorales, la creación de un padrón de votantes en el extranjero, la creación de una instancia especializada en el TSE para la administración del voto en el exterior, así como la necesidad fortalecer las capacidades y competencias del TSE para controlar y fiscalizar el financiamiento de los partidos políticos, para lo cual también se recomienda la puesta en funcionamiento de una unidad especializada que cuente con los recursos y procedimientos necesarios.

Finalmente, a partir los riesgo y desafíos antes descritos, Observa El Salvador 2024 desarrollará una labor de observación imparcial y equitativa de la contienda electoral en el territorio nacional que se centrará en cinco áreas clave de observación: justicia electoral, administración electoral, violencia y conflictividad, monitoreo de medios y desempeño digital de los partidos políticos, así como la supervisión del uso de recursos públicos en el proceso electoral municipal. Los resultados de la observación electoral se pondrán a disposición de la ciudadanía mediante la publicación de informes periódicos. Como ciudadanos y ciudadanas tenemos derecho a votar, pero también tenemos el deber de observar y exigir elecciones íntegras, para lo cual estos informes constituirán una valiosa herramienta.