Cuando nos mencionan ir a una galería o museo de arte, nos imaginamos pinturas, cuadros, retratos, paisajes y bocetos colgados en un pared para ser apreciados, hoy en día con la revolución digital se puede crear un artificio donde se sobreponen obras de arte, a través de imágenes en movimiento y crear un ambiente virtual como si estuviéramos ante una obra de arte, y que cobra vida con luces, colores y movimiento.

Recientemente en El Salvador ha llegado lo que han dado en llamar Van Gogh, Sueño Inmersivo o Imagine Van Gogh, que fue creada por Anabelle Mauger y Julien Baron, que se exhibió por primera vez en París en 2020. No se trata de una realidad virtual, ni del llamado metaverso, son una serie de imágenes a través de mapping que se proyectan en las paredes, sobre el piso, en lienzos de gran tamaño con efectos espectaculares donde los cuadros del artista cobran vida: Video, audio, luces, son manipulados por personal técnico y con un buen número de proyectores y rayos láser, quienes hacen trabajar toda esta parafernalia, desde la tecnología denominada imagen total, donde el público durante 60 minutos aproximadamente puede entrar a las famosas obras del pintor neerlandés, la habitación y sentarse en su silla, ver los girasoles que vuelan, las estrellas resplandecientes, la inmensidad del cielo en la noche, crean un efecto visual atractivo y estimulante para el ojo.

Se trata de un espectáculo con buen toque de marketing para quienes no pueden presenciar los cuadros originales de Van Gogh, pues se los traemos aquí y más atractivos que los originales. En cada país que se exhibe se adapta al lugar, en el caso de El Salvador, el espacio es insuficiente con respecto a la cantidad de personas que entran a la exhibición.

Entre el público se escucha: “¡Qué bonito se ve!”, “¡son casi reales!”, “¡original!”, “¡lástima que muy poco tiempo dan!”, y entre fotografías y juegos luminotécnicos se sumergen en este sueño.

Vincent Van Gogh fue un pintor autodidacta, uno de los principales exponentes del postimpresionismo, tiene en su haber más de 2,000 obras, las cuales se exhiben en el museo de Amsterdam que lleva su nombre, en el Orsay de París, y en el Moma de Nueva York principalmente, como es conocido, su vida estuvo llena de problemas emocionales y luchó por que su trabajo fuera reconocido.

El único cuadro del cual se tiene registro que vendió en vida fue el viñedo rojo y ahora sus obras de arte son los más cotizados que alcanzan los 125 millones de dólares, su famoso cuadro los girasoles fue profanado recientemente por un grupo de ecologistas.

Por supuesto que Imagine Van Gogh, sueño inmersivo es un entretenimiento muy bien producido, sin embargo, y no estoy en contra de la tecnología digital, pero no se compara a estar frente a frente ante un cuadro original, ver su dimensión, el color, la pincelada perfecta, el trazo exacto y entablar un diálogo con la obra y su autor. Por el momento, nos queda estar entre arte recreada, gracias a la tecnología digital y el arte con naturaleza sensible.