Desde que el rotavirus que preocupa y aflige a la humanidad entera, hizo su cruel aparición en una lejana provincia de la República Popular China, la Organización Mundial de la Salud (OMS), al igual que gobiernos responsables del planeta, se han interesado por encontrar, además de vacunas inmunizantes, medicinas eficaces y maneras de prevenir futuros y mayores contagios, pero tal parece que esta jornada científica se ha visto enfrentada a un microscópico y hábil ser unicelular denominado covid 19, el cual, debido a su elevada capacidad de mutar en su composición celular y producir nuevas variantes, también tiene asomos de ser capaz de causar daño a la salud respiratoria, incluso de las personas vacunadas, aunque en éstas se ha comprobado que los síntomas son menores y la recuperación más rápida, que en aquellas personas no vacunadas. Ya ese dato es, de por sí, alentador si realmente la distribución de vacunas fuera, en cierto modo, equitativa y pronta para países que aún no alcanzan porcentajes elevados en sus programas de vacunación y, en donde, desafortunadamente, están apareciendo esas nuevas variantes virales.

Para denominar las variantes del covid 19, la misma OMS con sus técnicos, decidieron utilizar el alfabeto griego, aunque no en forma correlativa, sino saltándose u omitiendo letras, como sucedió con la letra lambada, que pudo haber confundido a muchas personas, que se trataba de una desaprobación científica a un género musical brasileño. ´En el caso de ómicron, es la letra griega que en castellano corresponde a la o minúscula y obviaron denominarla como Omega, que es una marca comercial registrada en la industria relojera suiza, que corresponde a la O mayúscula en el idioma castellano. Si bien las primeras manifestaciones fueron en una provincia de China, algunos irresponsables hablaron inicialmente de un “virus chino”, pero la ciencia médica seria y muy respetuosa, no quiso repetir el error de hace muchísimos años, cuando hizo aparición una pandemia que pasó a la historia médica como “gripe española”, como si los agentes causantes tuvieran nacionalidad.

Lo que realmente molesta, aparte de los síntomas virales, son los arranques triunfalistas de nuestro actual gobierno, que desde el inicio de la primera ola, anunciara “con bombos y platillos” que “en tiempo récord”, se había construido y equipado un gran hospital anticovid, con enorme capacidad de camas, arsenal médico invalorable, millones de vacunas, personal médico y enfermeril altamente capacitado, condiciones que países con gran potencial no poseen, tal como leemos las noticias de Estados Unidos de América y países europeos, donde aceptan que el virus causa estragos en sus poblaciones. Además de esa propaganda asfixiante y falaz, el gobierno no ha podido o no ha querido, tomar medidas preventivas más serias y obligatorias.

Continúan celebrándose festejos patronales en el interior del país; celebraciones familiares numerosas, eventos deportivos, etc. Aparte, hay un silencio, a veces de semanas enteras, que el ramo de Salud no informa a la sociedad de cómo se desarrolla actualmente el contagio de la variante ómicron.

Extraoficialmente sabemos que hay muchísimas empresas privadas y dependencias públicas, que no cuentan con suficiente personal, porque gran parte de empleados u obreros, están contagiados y, por ende, incapacitados para cumplir con sus obligaciones cotidianas. Ignoramos, a ciencia cierta, hasta dónde el país ha tenido pérdidas en los importantes rubros de la salud, economía, trabajo, educación universitaria, etc. Aparte de eso, desconocemos si el ramo de Educación, sigue manteniendo su postura de iniciar el año escolar de “manera presencial”, pese a los llamamientos y advertencias de entidades magisteriales, que le han sugerido a los titulares mantener el sistema “de clases virtuales”, sin contar que además del peligro latente de un contagio masivo de escolares, ya hay muchos casos de maestros enfermos por el covid.

Lo mismo podemos decir en el ramo de Salud Pública; aunque no lo digan oficialmente, tenemos informes de que muchos médicos, enfermeras, motoristas de ambulancias, auxiliares de servicios, etc. están fuera de labores por la misma causa que afecta a los docentes del país y lo escribimos, porque al asistir a consultas programadas, no nos han atendido por lo que dejamos relatado. Incluso, recientemente publicaron la noticia que las enfermedades respiratorias han aumentado en un 200% en las últimas semanas y un estudio estadounidense, informaba que el país necesita, por lo menos, 4 mil camas hospitalarias, de las cuales un buen porcentaje debe destinarse a las unidades de cuidados intensivos. Cuando redactaba esta columna me alarmó saber que el país ya tiene su primer caso de flurona. Eso agravaría más el panorama. Por eso, necesitamos más acciones positivas y menos palabreríos oficiales.