La visita de Bukele marca la primera ocasión en que Trump recibe en la Casa Blanca a un presidente latinoamericano desde que asumió el cargo el pasado 20 de enero. Anteriormente, otros mandatarios solo habían sido recibidos en su residencia privada de Mar-a-Lago, Florida.
La reunión entre ambos mandatarios girará en torno a temas clave como la cooperación bilateral en materia migratoria, el encarcelamiento de supuestos miembros de pandillas deportados por EE. UU. y un contrato de $6 millones que permite el uso del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) para albergar a los expulsados, en su mayoría acusados de integrar las estructuras del Tren de Aragua (TdA) y la MS-13.
Bukele llegó el sábado a la base aérea Andrews, en las afueras de Washington, donde fue recibido por autoridades locales y la embajadora salvadoreña, Milena Mayorga. Trump, por su parte, expresó entusiasmo por la visita, calificando a Bukele como un “aliado generoso” en materia de seguridad y migración.
“Estoy deseoso de reunirme con el presidente B”, dijo el mandatario, quien ha elogiado el rol de El Salvador en la recepción de migrantes expulsados de Estados Unidos. Deportaciones, Cecot y señalamientos internacionales Desde marzo, la administración Trump ha deportado a más de 200 venezolanos y 23 salvadoreños a El Salvador, bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, utilizada en el contexto de su ofensiva migratoria.
Todos fueron recluidos en el Cecot, generando denuncias de desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias por parte de organizaciones como Cristosal y Human Rights Watch.
Uno de los casos más controvertidos es el del salvadoreño Kilmar Ábrego García, deportado por error a pesar de tener estatus legal protegido en EE. UU.
La Corte Suprema ordenó su retorno la semana pasada, fallo que Trump ha dicho estar dispuesto a acatar. Se espera que el tema sea abordado durante el encuentro con Bukele.
Medios estadounidenses han revelado una propuesta de contratistas privados, liderados por Erik Prince —fundador de Blackwater—, para convertir parte del Cecot en territorio estadounidense y gestionar deportaciones masivas desde EE. UU. hacia El Salvador.
Aunque no se ha confirmado oficialmente, la iniciativa formaría parte de los temas a discutir entre ambos mandatarios.
Una relación estratégica en ascenso El secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó este domingo el arribo de “otros 10 delincuentes de las organizaciones terroristas MS-13 y Tren de Aragua” a El Salvador, destacando que la “alianza entre Trump y Bukele es un ejemplo de seguridad y prosperidad en el hemisferio”.
La reunión también se produce en un contexto de creciente presión migratoria y en vísperas de nuevas medidas que buscan endurecer las políticas de deportación desde Estados Unidos. Bukele y Trump consolidan así una alianza marcada por la cooperación en seguridad, el endurecimiento de políticas migratorias y el uso del Cecot como eje central de la estrategia regional contra el crimen organizado.