La experiencia en la aplicación del voto electrónico en Latinoamérica es innegable. El Salvador deberá implementarlo por primera vez en las elecciones de 2024 para los salvadoreños en el exterior a través de las modalidades remota por internet y electrónica presencial. Para ello, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) contratará una empresa, pero también contratará auditorías al sistema, al registro en el exterior y al escrutinio final. Diario El Mundo entrevistó a Beatriz Busaniche, presidenta de la Fundación Vía Libre de Argentina, que defiende derechos ciudadanos en entornos digitales. Ella explica la importancia de las auditorías al sistema y la fiscalización del mismo.

¿Cuál cree que es la importancia de las pruebas piloto en el voto electrónico?
Hay varias cuestiones acá, las pruebas piloto son importantes porque son el único recurso que tiene la ciudadanía para hacer algo para mejorar el sistema, de todos modos las pruebas pilotos no alcanzan, una prueba piloto puede salir perfecta y después se manipule la elección, no es algo difícil de hacer con sistemas informáticos, no tenés garantía de que lo que ves en la prueba de piloto sea efectivamente lo que después se usa cuando el sistema se pone a andar en producción, digamos, cuando funciona realmente.

Por lo tanto, si bien la prueba piloto puede contribuir a dotar con un poco más de legitimidad o de conocimiento público sobre cómo funciona el sistema, lo cierto es que la prueba piloto no garantiza la transparencia, la integridad, ni la custodia de los derechos de la ciudadanía frente al voto electrónico.

La fiscalización es esencial en voto electrónico, es más importante que nunca, el problema que hay con el voto electrónico es que la fiscalización es prácticamente imposible (por desconocimiento del sistema)”.


¿Cuántas auditorías deberían hacerse al sistema de voto electrónico?
Debe haber muchas auditorías y las auditorías deben ser públicas, las auditorías deben ser abiertas y deben ser expuestas a toda la población, incluso más allá a personas que puedan operar como auditores porque a veces un país no tiene en su territorio las condiciones mínimas para hacer auditoría de este tipo de sistemas, no porque subestime un país, sino porque la cantidad de conocimientos que se requieren para auditar todo el sistema no las tiene, ni siquiera una sola persona.

Tienen que ser equipos interdisciplinarios que puedan hacer evaluación de potenciales ataques, evaluación de hardware, evaluación de software, evaluación del sistema operativo de la máquina y del software específico que corre la máquina para votar, porque no se trata solamente de auditar el software de votación, que es el que habitualmente te muestran, las máquinas tienen un sistema operativo, tienen drivers, tienen que saber los puntos de ataque porque hay un montón, por lo tanto, tiene que haber equipos amplios de auditoría.

Además, hay otro detalle, hay que validar, en el día de la elección, que el equipamiento que se use sea efectivamente el equipamiento con el software que fue efectivamente auditado porque, si vos hiciste una auditoría durante meses y, después, el día de la elección, la empresa cambia o hace alguna actualización o modifica algo del software, esas auditorías no tuvieron ningún valor, por eso digo que no deberíamos confiar en el voto electrónico.

Las pruebas piloto son importantes porque son el único recurso que tiene la ciudadanía para hacer algo para tratar de mejorar el sistema (de voto electrónico)”.


¿Qué tan importante se vuelve la fiscalización de partidos políticos y la sociedad civil del voto electrónico?
La fiscalización siempre es importante porque no solo tiene el rol de detectar cualquier ataque, cualquier vulneración de la voluntad popular y cualquier trampa. La fiscalización es esencial en voto electrónico, es más importante que nunca, el problema que hay con el voto electrónico es que la fiscalización es prácticamente imposible.

El problema es que los fiscalizadores no tienen el conocimiento para saber si alguien está haciendo trampa con la máquina, he sido autoridad electoral y como autoridad de mesa no hubiera tenido las condiciones para saber si la máquina estaba haciendo lo que debía hacer o si había alguien violando el secreto del voto o si había alguien modificando algún chip para que se contabilicen más votos, no tienes forma de saberlo, ese es el problema central y la auditoría es más importante que nunca.

¿Qué tan caro puede llegar a ser el voto electrónico por las actualizaciones de software, elección tras elección?
Unos de los países más ricos de Europa lo dejó de usar por los temas de costos y de mantenimiento. Lo cierto es que los costos son cada vez más altos pero además es de ver cuando hablamos de asegurar el sistema electoral, de garantizar el sistema electoral; y es que el sistema electoral es un campo tan importante para nuestros países que no se debe mezquinar en seguridad, no se debe mezquinar en términos de inversión, inversión que sea sustantiva en la mejora del sistema electoral, ahora en este caso es costosa y es dañina.

Hay que validar que... si vos hiciste una auditoría durante meses y el día de la elección, la empresa cambia o hace alguna actualización o modifica algo del software, esas auditorías no tuvieron ningún valor”.


¿Qué tanto nivel de preparación ve en Latinoamérica para aplicar el voto electrónico?
No. A ver, Europa lo está abandonando, en Alemania es inconstitucional, Holanda lo dejó de usar y exporta máquinas de votaciones, Japón, Francia, Austria dejó de usar máquinas de votación, Estados Unidos está retrocediendo en esto porque hay cada vez más cuestionamientos.

El perfil

Beatriz Busaniche, presidenta de la Fundación Vía Libre de Argentina
Origen: Argentina.
Formación: Es licenciada en Comunicación Social de la Universidad Nacional del Rosario y master en Propiedad Intelectual en la Facultad Lationamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Organización: Fundación Vía Libre, creada en el año 2000 como defensora de derechos ciudadanos en entornos digitales.