Elon Musk podría considerar refugiarse en El Salvador, país con el cual mantiene una relación cercana debido al ecosistema pro-innovación que promueve el presidente Nayib Bukele, especuló el domingo el famoso columnista estadounidense Geraldo Rivera en un artículo titulado “¿Qué sigue para Musk, El Salvador?

Musk tuvo una amarga ruptura con el presidente estadounidense Donald Trump la semana pasada tras una alianza política y económica de más de un año.

En septiembre de 2024, el presidente Bukele se reunió con el multimillonario dueño de la red social X, Tesla y SpaceX, con quien conversó durante "varias horas".

Bukele señaló entonces que era un placer reunirse con quien describió como “una de las grandes mentes de la actualidad”.

"Fue un placer pasar varias horas hablando con una de las grandes mentes de nuestro tiempo @elonmusk", aseguró el mandatario en la publicación en la que se le ve caminando y conversando con el empresario.

Elon Musk y el presidente Nayib Bukele durante su encuentro el año pasado.
Elon Musk y el presidente Nayib Bukele durante su encuentro el año pasado.


En el artículo, Rivera recuerda que Musk, aún considerado uno de los hombres más ricos del mundo, atraviesa una tormenta política y empresarial tras su ruptura pública con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el desmoronamiento de varias de sus iniciativas.

Rivera, un periodista, abogado, autor y comentarista político estadounidense que trabajó en Fox News Channel de 2001 a 2023. Además, presentó el programa de entrevistas sensacionalista Geraldo de 1987 a 1998, uno de los más visto en la televisión estadounidense de esa época.

El artículo de Rivera sostiene que Musk “ha arruinado su amistad con Donald Trump y podría haber llevado su propia y extensa empresa al desastre”, citando sus problemas con las bajas ventas de Tesla y la cabida de sus acciones.

“Los Tesla son un blanco porque ahora representan a Trump, el archienemigo de los mismos ecologistas que codiciaban los coches en un principio”, dice Rivera.

Según Rivera, “Musk siempre fue un poco excéntrico, pero no en el mal sentido. Se unió al presidente tras el primer intento fallido de asesinato, convirtiéndose, con diferencia, en su mayor donante. Y realmente no parecía egoísta. Del mismo modo, no utilizó su sistema Starlink para tomar partido en los conflictos mundiales”.

El periodista recuerda que los cohetes SpaceX de Musk hacen que la NASA parezca obsoleta, y aunque quiere que la humanidad se mude a Marte, es o ha sido un visionario ingenioso y único que, sobre todo, busca mejorar la vida en la Tierra.

“Pero echó a perder todo lo que él y el presidente lograron cuando insinuó que Trump formaba parte de una supuesta red de pedofilia dirigida por el difunto Jeffrey Epstein. Al abrir esa caja de Pandora, no es exagerado decir que Musk ha despertado a un monstruo dormido del MAGA”, dice Rivera, quien advierte que pese a los esfuerzos de Trump por calmar la controversia, “sus despiadados aliados dentro y fuera del gobierno, como Steve Bannon y Stephen Miller, investigarán a Musk, lo pincharán y quizás lo derriben por algún oscuro asunto contable, una acusación de consumo de drogas o un defecto con su ciudadanía naturalizada”.

“Quién sabe, podría acabar en El Salvador”, concluye Rivera.