El ministro de Trabajo, Rolando Castro, está considerando volverse motorista de la plataforma Uber cuando ya no funja en el cargo que le designó el presidente de la República, Nayib Bukele, al inicio de su mandato, desde junio de 2019. Lo dijo hoy en el programa de entrevistas de Telecorporación Salvadoreña (Tcs).

Así fue cuestionado y estas fueron las respuestas:

–¿Será que usted se ha vuelto incómodo?
–¿Incómodo para el Gobierno?
–Para el Estado, para el mismo Ejecutivo.
–No lo sé, es una pregunta que yo no la podría contestar, sino que la debería contestar la gente que a lo mejor se siente incómodo. Yo tengo una cosa, yo vengo de ser un luchador social y vengo de criticar aquellas prácticas que pueden generar irregularidades, ilícitos o antiéticos, y desde aquel momento que los critiqué y ahora soy ministro, debo de seguirlo criticando, sea quien sea y se trate de quien se trate.

Luego, el funcionario aseguró que él quiere ser "coherente" y "en el futuro saludar a la gente", siendo "el mismo" que criticó cosas desde "su lucha social". Castro, sin embargo, añadió: "Ahora hay cosas que yo las comparto y hay cosas que no las comparto".

El funcionario informó en la entrevista que se está investigando a instituciones del Estado por supuesto despidos a mujeres embarazadas y también ha emitido críticas por la falta de aprobación de la Ley de servicios de seguridad privada que logre regular los horarios y salarios de los agentes de seguridad privada. "Hemos creado SOS Mujeres en el Ministerio de Trabajo, porque, sea quien sea, si arma violencia o acoso en el trabajo, vamos a aplicar la ley así me meta en problemas con quien me meta en problemas", dijo.

El entrevistador también le preguntó qué hará después de ser ministro de Trabajo. Así fue el diálogo:

–No sé, a lo mejor compre un vehículo y me convierta en Uber y ande ganándome la vida, no sé, probablemente.
–No, ministro, en serio.
–No, no, no... Yo soy una persona de escasos recursos, Moisés, o sea, soy una persona que antes iba a comer al mercado San Miguelito y, cuando me queda tiempo, voy a comer al mercado San Miguelito y ahora, como el mercado está en construcción, ahí en la parte de la entrada de la Tutunichapa, ahí está el área de comedor y ahí llego a comer a veces. Un día mi abuelito me dijo que es necesario siempre aspirar a crecer y a volar en las alturas, pero no marearse en las alturas. Yo sigo mi vida normal.

El funcionario aseguró, además, que cuando "no sea funcionario público" no piensa regresar a la Alcaldía de San Salvador, aclarando que había pedido permiso pero que el exalcalde capitalino Ernesto Muyshondt, quien fue detenido por retención de cuotas laborales de empleados de la municipalidad, le revocó el permiso y lo despidió. El funcionario aseguró que se debió a criticarle el atraso en el pago de las cuotas laborales y recordó que lo denunció a la Fiscalía General de la República (FGR).

No pienso regresar donde antes estaba, que era la Alcaldía de San Salvador. Mi ciclo de trabajador municipal se cerró desde el momento que yo vine a hacer... Muyshdont se enojó conmigo y me despidió. Al inicio me dio permiso".
Rolando Castro, ministro de Trabajo.


Rolando Castro apareció en la primera edición de la lista de actores corruptos y antidemocráticos que ordena la Sección 353 de la ley de compromiso mejorado del Triángulo Norte conocida como Lista Engel y en donde están 25 salvadoreños. En la lista, el Departamento de Estado señala que Castro obstaculizó investigaciones sobre corrupción y actuó contra instituciones o procesos democráticos como parte de sus esfuerzos para perjudicar a opositores políticos.

El 9 de diciembre de 2022, Castro fue sancionado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos con base en la llamada Ley Global Magnitsky.

“Como ministro, Rolando Castro usó su cargo para influir en los sindicatos para que se alinearan con los intereses políticos del Ministerio del Trabajo y participaran en actividades que lo beneficiaran a él y a sus aliados políticos a fin de recibir un procesamiento acelerado de sus credenciales. Algunos de los que aceptaron recibieron beneficios adicionales, como acceso favorecido para viajes internacionales, mientras que algunos de los que se negaron a alinearse con Castro enfrentaron hostigamiento, represalias y demoras en la certificación sindical”, señaló la OFAC.