De acuerdo a técnicos electorales consultados por El Mundo una utilidad de un simulacro es constatar la capacidad de “despliegue” de las personas “a los puntos de transmisión” de los resultados electorales.
También, el simulacro de un sistema puede servir para probar la capacidad del sistema, haciendo “envíos de transmisión” con el fin de que “soporte la carga” de datos.

Un tercer simulacro puede permitir verificar que “se corrigieron los fallos de los dos simulacros previos”.

Una fuente explicó que en años electorales anteriores se montó el Centro Nacional de Procesamiento de Resultados Preliminares (CNPRE) que recibía los datos de los simulacros nacionales. En 2024 deberá recibir datos del exterior.

El TSE podría montar dicho Centro en el sexto piso de su edificio.

Los magistrados aún no han oficializado el monto presupuestario para los simulacros y han expresado que desconocen los rubros que han sido recortados.