Corría el mes de enero de 2014, a pocos días de las elecciones presidenciales que definirían el rumbo del país desde junio de ese año, hasta mayo de 2019.

A las 6:30 de la tarde, el pandillero "Digboy" recibió una llamada de parte de Wilson Alvarado, quien era el enlace entre las pandillas y el FMLN, para acordar una reunión con ellos, en la parroquia Anglicana, en la colonia Flor Blanca de San Salvador.

Los pandilleros habían esperado esa reunión para presentar las peticiones al FMLN, a cambio de darles su apoyo en los comicios presidenciales.

Según el testigo clave Noé, quien es un pandillero de la MS-13, llegaron junto a él "El Chivo de Centrales", "El Donky", "El Chory", "Chafa", "El Weekend", "El Cisco de Teclas", "D-boy", "El Cruger", "El Little Triste de Park View Locos", "El Necio" y clave Salomón, todos pandilleros de la MS-13, el barrio 18 facción Revolucionarios y Sureños, catalogados como "gestores de paz".

Los pandilleros fueron recibidos por Alvarado y el obispo de la iglesia anglicana, Martín Barahona, y a eso de las 9:00 pm., también llegaron los entonces diputados del FMLN, Arístides Valencia y Benito Lara.

El requerimiento fiscal presentado en el Juzgado Segundo de Paz de San Salvador, en contra de ocho personas por los delitos de agrupaciones ilícitas y fraude electoral dice: "Iniciando la reunión en la cual el señor Arístides Valencia les dijo que les mandaba un abrazo y saludos el profe, refiriéndose a (Salvador) Sánchez Cerén".

Espere mañana, en nuestra edición impresa, la historia completa de cómo la cúpula del FMLN se sentó a negociar votos con las pandillas para las elecciones de 2014.