La adopción del bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador cumplió tres meses el 7 de diciembre. El país se ha consolidado como uno de los focos del mundo cripto e incluso reunió entusiastas e inversionistas de todo el mundo para la edición 2021 de la Latin American Bitcoin & Blockchain Conference (Labitconf) desarrollada en el marco la primera “Bitcoin Week” en noviembre.

Jessica Mila Schutzman fue una de las especialistas que llegó al país y cree que la idea de implementar al bitcoin como moneda de curso legal “es una idea espectacular”, pero añade que es un primer paso para conocer cómo se abrirán las criptomonedas en beneficio de las poblaciones.

Schutzman es abogada, consultora, asesora estratégica, fue gerente de una empresa financiera global, es especialista en temas económicos y su experiencia incluye el trabajo como investigadora cibernética (especializada en blanqueo de dinero) para la fiscalía de distrito del condado de Ulster en Nueva York, EE.UU.

La especialista explicó que el bitcoin es un activo transparente, al grado de que una persona puede volverse vulnerable al tener sus finanzas expuestas al público y aboga que, priorizando privacidad incluso herramientas o tipos de controles que tiene el sistema financiero tradicional para asegurar confidencialidad y cumplimiento con las normativas respecto al blanqueo de dinero, los usuarios podrían tener privacidad en sus operaciones.

En ese sentido cree que los gobiernos deben involucrarse en garantizar este derecho, ya que a diferencia de lo que piensa la mayoría, las operaciones en bitcoin son rastreables, lo que se podría comparar -salvando algunas diferencias- a tener una libreta de una cuenta de ahorros o un historial de transacciones hechas con una tarjeta de crédito totalmente abierto al público.

Destacó que existen empresas que venden software para trazar las transacciones de bitcoin y otras criptomonedas, y que existen tipos de criptomonedas que permiten privacidad a la vez que permiten cumplimiento con normativas para evitar el blanqueo de dinero.

 

Proactividad.


“Lo que tenemos que hacer es ser proactivos asegurando la privacidad que existe en el sistema financiero tradicional pueda también existir con las transacciones de criptomonedas.

La información de una cuenta bancaria en el sistema financiero tradicional no está de cara al público, a diferencia bitcoin es transparente, lo único es que se necesita de un software para poder leerlo y después la clave es la atribución (identificar al dueño/dueña) cuando llegas a un ‘address’ tienes que saber a quién le pertenece”, dijo la especialista.

Añade que con un mayor uso de las redes sociales hay tanta información y “data” accesible al público y que se dio cuenta que toda esa información no solo sirve para el desarrollo de investigaciones sino que también está al alcance de criminales, y si encima se le añaden las transacciones en criptomonedas -y especialmente con la transparencia del bitcoin- esta disponibilidad de “data” financiera puede volver a las personas aún más vulnerables a ataques.

Valora que la transparencia de la criptodivisa actual puede hacer mucho daño a la población y que por ello es necesario crear una solución que tenga balance entre la privacidad y el cumplimiento de la ley.

“Si hay un criminal hay que seguirlo, pero por qué sacrificar la privacidad”, valora la especialista que sostiene que hay que definir en qué mundo queremos vivir.

“Tenemos que pensar en formas más proactivas de protegernos y no solo enfocarnos en lo reactivo pensando que la solución es la trazabilidad de bitcoin”, dijo. Según ella la cuestión es cómo evitar el ataque (por ejemplo de Ransomware) antes de que ocurra para no tener que después trazar el bitcoin puesto que esa transparencia nos hace más vulnerables creando un ciclo vicioso.

Dijo que no se puede hablar por toda la comunidad bitcoiner, pero detalló que algunos están creando protocolos para impulsar herramientas de privacidad, aunque hay otros que creen que es posible sacrificar algo de ella y seguir como ahora.

“Es increíble lo que la gente pone en internet y no son conscientes de que están al aire libre y no entienden que, a diferencia del mundo físico, donde tienes una puerta, una ventana o una cortina, donde puedes cerrar las cortinas y tener privacidad… pero aquí en el mundo virtual del internet no vas vestido”, concluyó la consultora que aboga por un mayor debate por la privacidad.