Este domingo 8 de septiembre se marcan los 100 días de Nayib Bukele en Casa Presidencial. Con una larga lista de promesas de campaña y la expectativa de la población, el sector productivo y sus adversarios políticos, se acerca a la simbólica marca con un panorama adverso para El Salvador en el tema económico y fiscal.

Rommel Rodríguez, investigador macroeconómico de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), aplaude algunas políticas en el tema de seguridad, y recientemente en el tema de salud, necesarios para el desarrollo y por ende, el crecimiento del país. Sin embargo, indica, aún no hay planes económicos.

“No podemos decir con claridad o precisión que hay una estrategia de crecimiento o desarrollo”, consideró, aunque reconoce que “hay un acercamiento con actores políticos y económicos, como empresarios, para echar a andar algunas propuestas”.

El expresidente Salvador Sánchez Cerén presentó hasta el 13 de enero de 2015 su Plan Quinquenal de Desarrollo (PQD) 2014-2019, es decir, 127 días después de su toma de posesión, el 1 de junio del 2014. Las metas en materia económica y fiscal del plan, además, quedaron incompletas.

“Se debe tener presente que los problemas económicos de El Salvador son estructurales y, por lo tanto, 100 días es un período muy corto para ver los resultados” de este Gobierno, asegura Jonathan Menkos, director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).

Para Menkos, “los múltiples problemas que arrastran las finanzas públicas salvadoreñas desde gestiones anteriores” han dejado un margen de maniobra “muy limitado” para cambiar las cosas en este Gobierno y mucho menos en los primeros tres meses.

Al cierre de este año, Funde proyecta que la Ley del Presupuesto General de la República 2020 presente un déficit fiscal –en un escenario conservador– de entre un 3.2 % y 3.5 %; mayor que el del año pasado, que rondó el 2.7 %.

Esto indica, de acuerdo con Rodríguez, la necesidad de reflexionar cómo está el ámbito económico frente a grandes nubarrones: la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y la desaceleración de las remesas y exportaciones.