El Salvador exporta más de la mitad de su producción hacia Estados Unidos y Alemania. /DEM


El Salvador exporta más de la mitad de su producción de café hacia Estados Unidos y Alemania.

Los datos del Consejo Salvadoreño del Café (CSC), ente rector de la caficultura en el país, indican que durante el ciclo 2019-2020 se han exportado 572,454 quintales a más de 40 países, pero el principal comprador, con hasta el 45.1 % de la producción total, es Estados Unidos.

La institución registra que los caficultores salvadoreños han exportado 258,184 quintales a Estados Unidos, en el período que comprende entre octubre de 2019 hasta agosto 2020.

El segundo mayor comprador del café salvadoreño es Alemania, país que recibió 53,654 quintales y representa el 9.4 % de la producción en el ciclo 2019-2020. Luego está Italia con 45,016 quintales (un 7.9 %), Japón con 51,172 quintales (8.9 %), y Bélgica que importó 36,135 quintales (6.3 %) de café salvadoreño.

El top de los principales compradores son:

  1. Estados Unidos: 258,184 quintales (45.1 %)

  2. Alemania: 53,654 quintales (9.4 %)

  3. Japón: 51,172 quintales (8.9 %)

  4. Italia: 45,016 quintales (7.9 %)

  5. Bélgica: 36,135 quintales (6.3 %)


También existen consumidores menos conocidos como Noruega, Singapur, Grecia, República Checa, entre otros, que si bien no son los compradores mayoritarios, adquieren el café salvadoreño a un precio mayor al cotizado en la Bolsa de Valores de Nueva York.

El café sigue siendo una parte fundamental en la economía salvadoreña, ya que su venta en el exterior representó $87.45 millones entre octubre de 2019 y agosto de 2020. El Consejo advierte de una caída de $11.56 millones frente a los $99.01 millones exportados durante el mismo período en el ciclo 2018-2020, esto equivale a una reducción de -11.7 %.

El comercio se ha visto afectado por la crisis ocasionada por la pandemia pues por la cuarentena domiciliar se cerraron las cafeterías y, además, el ciclo 2019-2020 ya venía con una baja producción debido a que los caficultores redujeron sus actividades de campo ante la insolvencia financiera.

A esto se agrega que algunos países que consumían café salvadoreño, no figuran entre los compradores de este período como Nueva Zelanda, Dubai, Polonia, Chile, entre otros, que si bien no representan la mayor parte de la exportación, la suma de estos da como resultado una importante pérdida para el sector cafetalero que de por sí ha sufrido cambios importantes a través de los años.

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Incluso en los países que compran la mayor parte, se ha visto una disminución tanto en el volumen como el valor monetario como es el caso de Estados Unidos que durante el período anterior representó el 48.1 % de exportaciones frente al 45.1% en 2020; mientras que Alemania redujo su demanda en un 1.2 %.

Contrario a Italia que aumentó su compra de café salvadoreño ya que pasó de comprar un 7.2 % de la cosecha 2018-2019, a 7.9 % en el ciclo 2019-2020. Es el mismo caso de Japón, donde se aumentó la compra en 3.1 % respecto a la anterior.

Existe un tradición cafetalera que impide que el cultivo de este grano desaparezca de El Salvador, además, históricamente se le ha considerado un pilar de la economía. La crisis que experimentan los distintos sectores también ha afectado al sector que lucha por sobrevivir.