La Universidad Francisco Gavidia (UFG) diseña un prototipo de desalinización (eliminar la sal de líquidos) y purificación de agua de mar, para producir agua potable consumible y que sirva en sistema de riego en los cultivos de la zona costera.

El director del Laboratorio de Nanotecnología y del Centro de Modelaje Matemático de la UFG, Rainer Christoph, aseguró que la institución educativa comenzó a trabajar con la nanotecnología desde el 2011, pero en los últimos tres años “se inició de profundidad en el proyecto”.

El experto sumó que este tipo de ideas nació con el objetivo de ayudar con los problemas sociales que tiene el país, en especial del agua y de los procesos de seguridad alimentaria.

“Estamos trabajando en solventar los problemas básicos que tiene el país, como el agua, la seguridad alimentaria, vivienda, salud, temas humanos y educación, pero nos hemos enfocado en el tema del agua y cómo puede beneficiar a los salvadoreños, en especial a los productores agrícolas”, explicó.

Un estudio realizado por la UFG indica que la desalinización del agua de mar es un proceso que ofrece un suministro de agua de alta calidad, aparentemente ilimitado y constante, sin afectar a los ecosistemas naturales de agua dulce.

Además, los materiales pueden optimizar notablemente el aislamiento térmico, mejorar el pre-tratamiento y post-tratamiento del agua, optimizar la condensación del agua y mejorar la captación de luz solar con materiales óptimos y avanzados.

El desalinizador de agua de mar es un proyecto que aún sigue en ejecución, pero que dentro de unos años saldrá al mercado. Christoph aseguró que el proyecto tendría un costo de $200 en el mercado; sin embargo, se está trabajando para que tenga un valor de $100.

Este tipo de procesos, sumó el director de la UFG, ayudará a que las familias de la zona costera puedan generar su propia agua dulce, que disminuyan el gasto del agua embotellada, y sea utilizada en agua de riego para sus cultivos.

 

¿Cómo funciona el desalinizador?

Christoph explicó que con este proyecto se utiliza energía solar, por medio de un proceso térmico donde se evapora el agua y se hace una división del agua y la sal, para que “sea potable y se pueda tomar”.

“Es un espejo parabólico que se pone al sol y trabaja de día -con la luz del solar- y se evapora el agua dentro de un tubo de vidrio y se recolecta el agua evaporada. La novedad es la utilización de la magnetita de arenas de negras que se tiene en las playas y tienen una característica fantástica para recolectar energía solar”, explicó.

Con el desalinador, diseñado para ser utilizado en un metro cuadrado de superficie iluminada por el sol, generará entre ocho a 10 litros de agua potable por día, suficiente para abastecer a una familia.

María Auad, directora del Centro de Polímeros y Materiales Compuestos de la Universidad de Auburn, en Estados Unidos, indicó que todos estos proyectos vendrán a suplantar los métodos tradicionales que se tienen en el país y que beneficiará en la economía salvadoreña.