El aeropuerto Romero tiene una capacidad de atención de tres millones de personas; actualmente se encuentra en fase de ampliación de una nueva terminal de pasajeros. / Diego García


La Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) invirtió $1.7 millones en los cuatro nuevos proyectos de modernización del Aeropuerto Internacional de El Salvador Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, indicó ayer el titular de CEPA, Federico Anliker.

“Todos los proyectos de modernización, con todos los estándares de calidad que hemos inaugurado, andan alrededor de $1.7 millones. Obviamente estamos haciendo más proyectos dentro del aeropuerto que dentro de poco van a ser inaugurados”, explicó Anliker.

Uno de los proyectos de inversión se centró en la remodelación e instalación de nuevos mostradores para registro de pasajeros, área conocida como check in para las aerolíneas. Pasó de 31 a 44 posiciones, lo que equivale a un incremento de capacidad de 120 %, indicó CEPA.

“Vienen proyectos ambiciosos de ampliación, en el área de check-in, donde estemos más ligados y listos para recibir a las familias. Ampliamos los antiguos mostradores, lo que hace que ampliemos nuestra capacidad para atender a los salvadoreños”, sumó el ejecutivo.

Un segundo proyecto se destinó en la sustitución del sistema de gradas eléctricas por un sistema más “moderno” y ancho, que permiten el desplazamiento más cómodo de los pasajeros.

“Luego de varios años sin remodelación, ahora contamos con un sistema de gradas eléctricas moderno, eficiente en el consumo de energía, pero, sobre todo, cumple los estándares de seguridad para los usuarios”, explicó el titular de CEPA.

Asimismo, se hizo el cambio de las antiguas bandas de hule para equipaje, por unas nuevas y “más modernas” que se utilizan en diferentes países del mundo. Este equipo remplazó un sistema que fue instalado en 1980 para una capacidad para movilizar 283 maletas.

“Con este nuevo sistema o equipo, el aeropuerto tiene la capacidad para movilizar 576 maletas, lo que hace que tengamos una capacidad de manejo en un 103 %”, comentó CEPA.

También, se instalaron seis desfibriladores en diferentes áreas del aeropuerto, para la atención inmediata a personas que puedan sufrir un paro cardíaco o una fibrilación (latidos auriculares descoordinados y desorganizados). Estos equipos están ubicados en el área de registro de pasajeros, salida de aduanas, y en la zona internacional.

“Vienen a sumarse a la experiencia que puedan tener nuestros pasajeros”, que hasta la primera semana de diciembre representaron un flujo de 3.4 millones de usuarios, cifra similar a la registrada en 2018.

 

Nuevos proyectos

El presidente de CEPA adelantó que se tiene programado el cambio del sistema de baños y cañerías, para finales de diciembre o inicios de 2020.

Sumó que se están realizando nuevos procedimientos de entradas y de salidas de aviones para reducir la huella de carbono en el aeropuerto. Además, se busca la certificación de un sistema de radio ayuda, y la instalación de un esquema de luces de aproximación, que ayudará a la seguridad de la pista número 25.