El número de productores agropecuarios en El Salvador casi se duplicó desde 1950, pero la extensión territorial dedicada a estas actividades se ha reducido, advierte un estudio del Programa Regional de Investigación sobre Desarrollo y Medio Ambiente (Prisma).

Prisma presentó ayer el informe “Dinámicas de exclusión y degradación ambiental en El Salvador” durante un evento de La Red de Investigadores del Banco Central de Reserva (Redibacen). En este estudio advierte que El Salvador cuenta con más agricultores que hace seis décadas años, aunque el acceso a la tierra ahora es menor.

Nelson Cuéllar, investigador y director adjunto de Prisma, aseguró que, a pesar de que la población rural absoluta se ha reducido por la migración a las ciudades, “el número de productores agropecuarios está aumentando de manera sostenida” en el país.

El censo agropecuario de 1971 identificó 270,878 productores agrícolas, pero para 2015, la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc), contabilizó a 433,000 personas que se dedicaban a labores agrícolas, ya sea para la venta o el auto consumo.

“Paradójicamente - indica el estudio - la superficie dedicada a las actividades agropecuarias reportado por los censos agropecuarios está disminuyendo”. En 1950, el país contaba con 2.173 millones de manzanas y en 2007 alcanzó 1.328 millones, lo que implica una reducción de casi el 64 %.

 

Cede a la urbanización

Prisma advierte que El Salvador enfrenta un desafío en cuanto a la oferta de tierras para uso urbano. El aumento en la población urbana ha cambiado el uso de los suelos.

La baja rentabilidad del agro ha provocado que estos terrenos sean utilizados para suplir la expansión urbana.

Los cafetales, que sigue sin recuperarse de la plaga de roya que lo afectó en 2012, se reducen para darle paso a la urbanización, indicó el estudio.

El fenómeno también afecta a cultivos clave para la seguridad alimentaria de los salvadoreños. Prisma estima que las tierras para cultivar granos básicos han perdido el 36 % de su superficie “a expensas de lo urbano”. El café perdió el 25 % y los pastos y zonas boscosas, 11 %.



Una “minifundización”

El aumento en el número de productores y la reducción de la superficie para actividades agropecuarias ha desembocado en una “minifundización”, indicó Prisma.

Hasta 2015, el 68 % de agricultores salvadoreños, es decir, más de 250,000 productores, tenía acceso a menos de una manzana para cultivar. Hace 47 años, solo 132,500 cultivaban en espacios tan reducidos.

Además, según el censo agropecuario de 2007, unas 200 personas tenían a su disposición más de 200 manzanas, 600 personas menos que hace 47 años. La proporción que cultiva en tierras ajenas ahora mayor. Hacia 2015, casi 200,000 productores realizaban explotación agrícola en terrenos arrendados, mientras solo unos 100,000 son dueños.