Estados Unidos perdió 17 millones de empleos desde mediados de marzo por la pandemia de la COVID-19, indicaron esta semana las autoridades.
El país norteamericano es ahora el epicentro de la crisis sanitaria y sus efectos económicos y las autoridades anunciaron nuevas medidas masivas en medio de pronósticos de la peor recesión mundial desde la Gran Depresión de 1929.
Aún así, las repetidas intervenciones por cientos de miles de millones de dólares por parte del gobierno de Donald Trump, el Congreso y la Reserva Federal (Fed, banco central) dan esperanza de un rápido repunte de la primera economía del mundo una vez superada la emergencia sanitaria.
La Fed anunció nuevas facilidades de financiamiento por $2.3 billones para ayudar a los hogares, las empresas y los gobiernos estatales y locales.
La noticia hizo que Wall Street cerrara la semana en alza compensando otro gran aumento de las solicitudes de seguro de paro ante la paralización de las actividades para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
El Departamento del Trabajo dijo que otros 6.6 millones de personas solicitaron subsidios por desempleo la semana pasada, después de que 6.9 millones lo hicieran la semana anterior, y 3.3 millones, la semana que terminó el 21 de marzo.
Esas cifras podrían ser solo la mitad de los empleos perdidos por la pandemia, lo cual equivaldría al triple de los puestos de trabajo eliminados por la crisis financiera de 2008, indicó la consultora Oxford Economics, que pronosticó una tasa de desempleo del 14 % en abril y 16 % en mayo.
Unos 316 millones de personas (96% de la población estadounidense) han sido llamados a quedarse en casa, pero el consejero económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo que el presidente ha estado "hablando con sus asesores" sobre cómo podría reiniciarse la actividad, señalando que aún "no hay nada formal".
El secretario del Tesoro, Steven Munchin, fue más concreto: la economía podría reabrirse en mayo, declaró a CNBC.
Estas previsiones se dan cuando el virus, reportado por primera vez en China a fines de 2019, sigue diseminándose por el planeta. Estados Unidos, que ya superó las 16.000 muertes por COVID-19, lidera el conteo mundial de casos confirmados (más de 454.000).
El mundo debería prepararse para "las peores consecuencias económicas desde la Gran Depresión" de 1929, dijo la jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien anticipó una fuerte contracción del crecimiento mundial en 2020.
Incluso en el mejor de los casos, el FMI espera solo una "recuperación parcial" de la economía el próximo año, suponiendo que el virus desaparezca en 2020. Pero "podría empeorar", advirtió Georgieva.
Señales de optimismo
El presidente de la Fed,Jerome Powell, dio esta semana señales de optimismo para Estados Unidos.
"Hay muchas razones para creer que el repunte económico, cuando llegue, puede ser sólido", dijo Powell en una videoconferencia organizada por la Brookings Institution.
Según Ian Shepherdson, analista de Pantheon Macroeconomics, la caída constante de las búsquedas en Google sobre cómo acogerse al seguro de paro permiten pensar que se eliminarán menos puestos de trabajo, aunque aún así vaticina una pérdida de 4,5 millones la próxima semana.
Powell dijo que las nuevas medidas de la Fed buscan dar “estabilidad” y “ayudarán a garantizar que la reactivación sea lo más vigorosa posible”.
Para asegurar el flujo de crédito a las pequeñas y medianas empresas (pymes), la Fed abrió un programa de préstamos que le permitirá otorgar créditos por $600,000 millones, con el apoyo de fondos del masivo paquete de $2.2 billones que el Congreso estadounidense aprobó a fines del mes pasado.
El plan apoya a las empresas que estaban en buena salud financiera antes de la crisis, dijo la Fed, ofreciendo préstamos a cuatro años a las compañías que emplean hasta 10,000 trabajadores o con facturación de menos de $2,500 millones, con pagos de capital e intereses diferidos por un año.
Mnuchin dijo que el programa "marcará una diferencia significativa para las 40,000 empresas medianas que emplean a 35 millones de estadounidenses".
Otro nuevo programa de la Fed ayuda a los gobiernos estatales y locales "a manejar las tensiones de flujo de efectivo", al otorgar hasta $500,000 millones en préstamos a estados y municipios mediante la compra directa de deuda a corto plazo.
La nueva inyección de dinero de la Fed en la economía real se suma a un paquete de asistencia de $350,000 millones para empresas con 500 o menos empleados lanzado por el Tesoro la semana pasada después de la votación del gigantesco plan de estímulo en el Congreso.
Mnuchin pidó $250,000 millones adicionales para las pymes. Pero los republicanos no lograron aprobar la propuesta en el Senado, en tanto la oposición demócrata quiere agregar otros $250,000 millones para los hospitales y los gobiernos locales.