Durante sus más de siete décadas de historia, la heladería salvadoreña Río Soto ha destacado por la elaboración y venta de paletas y sorbetes de alta calidad a precios accesibles, volviéndose una de las favoritas del país. En 2018, sin embargo, aspiran a más: llevarán los sorbetes nacionales al mercado estadounidense.
En 1946, Raúl Soto García y su esposa Gloria de Soto comenzaron a elaborar hielo, refresco y paletas en San Salvador. A 71 años de haber iniciado el emprendimiento, Río Soto cuenta con más de 150 empleados que elaboran más de 25 toneladas de helado al día, además de 2,500 colaboradores en todo el país.
Sonia Soto, actual presidenta de la compañía, es una de los cuatro hijos de este matrimonio y asegura haber vivido distintas etapas dentro de la empresa, convulsiones políticas en el país como la guerra civil y conflictos de exportación; y otras positivas, como la adopción del procesos de tecnificación en 1996, que permitió a Río Soto iniciar su exportación a Honduras y Guatemala, donde llevan cerca del 50 % de su producción.
La presidenta de Río Soto afirmó que dentro de los planes de expansión de la sorbetería está llegar a Estados Unidos el próximo año, puesto que ya disponen con estos permisos de exportación.
“Ya tenemos permiso para exportar a Estados Unidos, y hemos hecho contacto con exportadores que se encargan de esto, porque este producto necesita una cadena de suministro fría”, afirmó Soto, quien además manifestó que, con la inversión en nueva maquinaria en 2018, podrán doblar su producción y abastecer mejor a este mercado.
“Desde 1996 nos hemos tecnificado más. Ahorita estamos por hacer otros pedidos de máquinas automáticas de última generación y hemos tenido remodelaciones dentro de la planta”, afirmó Soto, quien además aseguró que incluirán en su portafolio con productos light y deslactosados.
premio El Quijote, de la ASI
Premian trayectoria
La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) entregará este jueves el premio El Quijote a la sorbetería Río Soto, por su distinguida trayectoria y tradición familiar.
La ASI entrega este reconocimiento a las empresas que demuestran su tenacidad empresarial y han superado los 50 años de operación, aún bajo el mando de sus fundadores o familias.
La presidenta de la compañía aseguró que “para nosotros es un orgullo que se nos dé este premio porque se da a empresas con más de 50 años” y manifestó el deseo de seguir innovando en su oferta para los salvadoreños, tanto locales como los residentes en el exterior.