El laboratorio estadounidense Moderna registró unos beneficios de 7,334 millones de dólares en el conjunto de los nueve primeros meses de 2021, frente a las pérdidas de 474 millones del mismo periodo del año pasado, según ha informado este jueves la compañía.
El cambio en el resultado neto se debe en su totalidad a los ingresos que ha contabilizado la empresa por las ventas de Spikevax, el nombre comercial que recibe su vacuna contra la COVID-19.
Entre enero y septiembre, Moderna registró una facturación de 11,260 millones de dólares, 48 veces más que la facturación del mismo periodo de 2020. Esto se debe a que durante los nueve primeros meses del año pasado la empresa no registró ventas y sus únicos ingresos fueron las subvenciones al desarrollo científico que recibió.
Por segmentos de negocio, las ventas de productos (vacunas) fueron de $10,740 millones, sin comparación con el año anterior. De su lado, los ingresos de subvenciones fueron de $473 millones, un 153 por ciento más, al tiempo que los ingresos de colaboración se situaron en $47 millones.
A 30 de septiembre, Moderna había registrado la venta de 510 millones de dosis de su vacuna. Para el conjunto del año, la firma estima distribuir entre 700 y 800 millones de dosis a nivel mundial.
Entre enero y septiembre, el laboratorio contabilizó un coste de fabricación de las vacunas de $1,665 millones, sin comparación con el año anterior. En el periodo, los gastos de venta, generales y administrativos se triplicaron, hasta 366 millones de dólares, mientras que la partida de investigación y desarrollo (I+D) también aumentó el triple, hasta $1,343 millones.
Con respecto a los datos únicamente del tercer trimestre de 2021, el beneficio neto de Moderna fue de $3,333 millones de dólares, frente a las pérdidas de $233 millones de un año antes. Los ingresos totales se situaron en $4,969 millones por la venta de dosis de la vacuna.