Durante este año, la Casalco estima que se ejecutarán 70 proyectos privados, que se sumarían a los 60 que iniciaron en 2017. / DEM


La Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco) prevé que en los próximos tres años la inversión privada en el rubro ronde los $1,400 millones.

Ángel Díaz, presidente de la gremial, indicó que además de la inversión privada se esperan proyectos del Gobierno.

“Existen proyectos en la construcción de calles y carreteras, así como grandes megaproyectos portuarios, que son de más de $60 millones”, aseguró Díaz, en referencia a las inversiones realizadas por la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA).

Este año, la industria de la construcción podría reportar números positivos por tercer año consecutivo y crecer hasta un 3 %, impulsada por la ejecución de más de 130 proyectos de inversión privada “de gran impacto”, indicó ayer Díaz.

Al ser una industria con estimaciones plurianuales, en 2017, el ramo contabilizó un total de 60 proyectos iniciados por parte de la empresa privada, muchos de los cuales aún se encuentran en ejecución en este 2018.

Este año, sin embargo, se sumarían otras 70 construcciones privadas, llegando así a 130 proyectos de inversión con “gran nivel de impacto”; es decir, construcciones con más de 20 unidades habitacionales, como hoteles, edificios de oficinas, y centros comerciales, explicó Díaz.

“Vemos con mucho optimismo que muchos de los proyectos ya se están comenzando a desarrollar. (...) La industria se está moviendo”, aseguró el empresario.

Los datos de la gremial indican que la industria de la construcción representa el 3 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país, movilizando cada año más de $900 millones.



Demanda y crecimiento

Las expectativas de crecimiento del sector fueron superadas durante 2017. De un 2.5 % previsto, Casalco reporta un crecimiento de alrededor de un 3 % y vaticinan una tendencia “muy parecida” para este año.

Actualmente, según el presidente de Casalco, una parte importante de la demanda efectiva de este sector se concentra en los departamentos y soluciones habitacionales.

“Vemos que esta demanda de construcción puede impulsar no solo el negocio inmobiliario y de vivienda, sino el de comercio”, aseguró Díaz.

Asimismo, explicó que, además de la inversión privada en megaproyectos, la industria de la construcción está impulsada por el sector informal.

“La parte informal de la construcción sigue siendo alta, y esto se puede medir en aspectos como el consumo de cemento. El indicador nos dice que el consumo de cemento es alto, es alrededor del 60 %, y un 40 % del sector formal”, explicó Díaz.

El empresario indicó que el desarrollo de la economía también se mide en las construcciones a nivel informal. “Una casa es un proyecto. Un local comercial, una oficina es un proyecto también. Este es un importante indicador de la industria”, explicó.