La agencia S&P Global Ratings confirmó las calificaciones de riesgo soberano de El Salvador en 'B- / B' con perspectiva estable.

En una primera reacción en su cuenta en Twitter, el ministro de Hacienda, Nelson Fuentes celebró la revisión y sostuvo que esto se debe principalmente a los “espacios de financiamiento que ha encontrado el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos para enfrentar la emergencia del COVID-19”.



La agencia indicó en un comunicado que podría bajar las calificaciones en los próximos 12 meses si el país enfrenta dificultades para acceder a financiamiento, debido a la baja confianza de los inversores o a una mayor polarización política.

La situación, dice el comunicado, aumentaría “significativamente los riesgos de reinversión a corto plazo”, de igual forma anticipó que podría revisarla a la baja si el impacto de COVID-19 es más severo de lo previsto e incluso si la recuperación de la economía se retrasa.

LEA TAMBIÉN: CEPAL prevé que economía salvadoreña caiga a -3 % en 2020

Diversas fuentes estiman que la pandemia del COVID-19 provocará que el PIB cierre el año en un rango entre -3 y -5.5%, además hay alertas por el incremento de la deuda la que se prevé cierre arriba del 80 % con relación al PIB.

S&P destacó que también siguen con preocupación el desempeño del déficit fiscal el cual se espera se mantenga alto.

Previsión: Escenario positivo

La agencia agregó también que que podría elevar las calificaciones en los próximos 12 a 18 meses "si la economía se recupera rápidamente del grave shock externo" por la pandemia, si el crecimiento es más rápido de lo esperado y además esto se se traduce "en resultados fiscales y externos más fuertes".

RELACIONADO: Hacienda prepara nuevos “roll overs” para las LETES

Organismos como el Banco Mundial y el FMI estiman que la economía puede dar un rebote en 2021 con crecimientos cercanos al 4 %, un valor arriba del promedio de la última década.

Sin embargo, destaca que "la alta deuda y la limitada flexibilidad fiscal y monetaria hacen que el país sea vulnerable a las conmociones externas. La semana pasada el Banco Central de Reserva (BCR) confirmó que el flujo de remesas, provenientes principalmente de Estados Unidos, reportaron una caída en marzo por el orden de los $52.5 millones con respecto a marzo de 2019.

LE INTERESA: FMI aprueba desembolso de $389 millones para El Salvador por COVID-19

S&P también considera que es probable que un gran paquete fiscal para mitigar el impacto de la pandemia de COVID-19 aumente sustancialmente el déficit gubernamental en 2020.

El Gobierno trabaja en la búsqueda de fondos frescos por el orden de los $2,000 millones, de los que $389 millones fueron entregados por el FMI, negocia unos $1,200 adicionales con otras entidades como el BID y el BCIE y analiza emitir bonos en el mercado internacional para completar el monto.

Sin embargo, el Ejecutivo se prepara para llevar un nuevo plan de fomento a la Asamblea con el que busca proteger al empleo y que se estima incluirá un pedido de deuda adicional.

DESTACAMOS: BCR reporta que las remesas de marzo cayeron $52.5 millones

La agencia dijo que aun cuando se prevé de un crecimiento del déficit mientras se atiende la emergencia sanitaria económica espera que se "reduzca gradualmente durante los próximos tres años". Este año espera que el indicador cierre en el 8.7 % del PIB

"Las mayores necesidades de financiamiento del gobierno y los déficits en cuenta corriente acelerarán los préstamos externos y exacerbarán la ya elevada carga de la deuda", anticipa en su informe S&P.