Las autoridades han intensificado los allanamientos desde la entrada en vigencia de las medidas extraordinarias de seguridad y ha quedado en evidencia que los delincuentes eran los dueños de los centros penales y sus alrededores.

Las requisas han llevado al extremo de encontrar hasta un panel solar y un cargador solar para los cientos de celulares que tenían en una de las prisiones. Las autoridades han encontrado teléfonos celulares y chips en abundancia, cargadores, baterías, memorias, todo tipo de accesorios tecnológicos.

Demás está decir que también han encontrado marihuana, cocaína, puñales hechizos, máquinas para tatuar, sierras. Todo lo que la imaginación permita. Lo que demuestra que controlaban los penales a su gusto y antojo, con la complicidad o la negligencia de custodios y funcionarios penitenciarios. Simplemente inaceptable.

Pero no solo eso, ha quedado en evidencia que la inmensa mayoría de los vecindarios de los penales era parte de la base de apoyo de los pandilleros, lo que es increíble es que hasta ahora se ha detectado.

La población necesita recuperar la confianza en las autoridades sobre el control de las prisiones y demostrar que esta vez, el plan de seguridad, va en serio.