La gala busca celebrar el espíritu de servicio, reconocer el compromiso de ayudar a personas necesitadas y fomentar el desarrollo sostenible de comunidades salvadoreñas. Con la historia de Moss, la fundación que celebra 30 años existencia del programa de Fortalecimiento y Acción Social (Fortas), busca motivar a los salvadoreños para que no se sientan intimidados frente a los retos que enfrenta el país y a hacerles ver que las tormentas existen, pero las cosas pueden cambiar cuando las personas asumen el compromiso de actuar y tienen la determinación para cumplir sus objetivos.
Atleta desde los cinco años, la abogada Galia Moss comenzó su vida deportiva en la gimnasia olímpica, nadando, haciendo yoga y corriendo. A los 24 años se apasionó del velerismo. A partir de entonces su sueño se convirtió en cruzar el océano Atlántico a vela en solitario. Luego de siete años de preparación en España, sin apoyo de sus padres y tocando puertas para conseguir patrocinio, logró realizar su sueño. En este período, en el que navegó de Vigo (España) a Quintana Roo (México), su principal motivación para continuar era saber que por cada milla náutica navegada habría fundaciones que se unirían para construir más de 600 casas. Esto representó una ayuda para familias pobres de México. En total han sido tres travesías las que Moss ha realizado, en solitario, para lograr apoyo en proyectos de ayuda social.
Estudió cinco años composición musical y los cursos requeridos para llegar a ser piloto comercial de aviones mono-motor. Proveniente de una familia acomodada, desde su infancia percibió las carencias de niños como ella que tenían que trabajar en las calles: “Yo desde niña no entendía por qué iba en un coche privado de mi casa a la escuela, de la escuela a la gimnasia olímpica. No entendía cómo esos niños que miraba en los altos estaban ahí y me daba cuenta de que yo tenía las posibilidades y esos niños no”, relató la conferencista de cómo se fue creando en sí misma esa conciencia de ayudar.
Sin embargo, confesó que no ha sido fácil: “Después de mi primera travesía pensé que yo nunca me sentí sola en el océano y muchas veces en la ciudad de México, que es una las más pobladas, sí”, explicó Moss sobre la soledad que no solo puede ser física, sino que también puede ser afectiva o de apoyo: “Cuando tenía la idea de cruzar el océano Atlántico, recibí muchos “No”, o “Estás loca”. Ese momento es en el que empiezas a sentirte solo, más solo que a la mitad del océano solo. ¿Cómo seguir? Debes saber que, si hay alguien que no te va a apoyar, también habrá alguien que sí te va a apoyar. No debes dejar de confiar. Si tú tienes una idea positiva, es imposible no lograrla. Es simplemente seguir y seguir y que esos comentarios no te entren ni siquiera en un oído”.
Moss, autora del libro “Navegando un Sueño”, una mujer delicada y menuda, opinó que vale más la fortaleza mental que la física, a la hora de emprender nuestras metas: “Cada uno debemos tener un sueño y lograrlo. Todos tenemos dos cosas que lograr en la vida: una son los sueños, y la segunda es saber cómo llevar la tormenta”, explicó.
La donación para participar en la Noche de Solidaridad es de $50 para el público general y $25 para estudiantes. Las entradas estarán disponibles en el hotel.