Frente a una fotografía de dos metros, Eusebio de la Cruz de 71 años, apreciaba la imagen de su hija Elsa Marina de la Cruz Portillo, enfermera destacada en el área Materno Infantil de la Unidad Médica del Instituto Salvadoreño del Seguro Social de San Vicente, quien relató cómo el 22 de julio del 2020, a sus 52 años su “niña” falleció a causa de covid-19.
De la Cruz narró como Elsa Marina pidió permiso por causa de la pandemia para retirarse a su casa, pues padecía de asma crónica, pero se le negó el permiso, y continuó laborando sin el equipo de protección adecuado.
La enfermera de la Cruz se infectó de covid-19 y fue hospitalizada por su padecimientos, aunque luego de unos días ella aún conversaba con ellos estando ingresada, se le trasladó a otro hospital donde la entubaron y falleció.
Ella padecía de asma crónica, entonces se le inflamaron los pulmones, lo que necesitaba ella era oxígeno, pero como allá no había se la trasladaron para acá y solo a morir vino a ese hospital”, indicó este padre mientras lágrimas corrían por su rostro.
Eusebio recuerda como a “su niña hermosa” le encantaba coser, y ahora casi nueve meses después de su muerte, en casa, guardan prendas que ella cocía para los niños y una bolsa de lana porque “no los pueden botar”.
“Mi niña era linda, le gustaba coser, le gustaba hacer cosas de croché, le gustaba hacer adornitos para niños tiernos, y le gustaba mucho toda el área de costura. Y nos ha dejado montón de cosas que ella compraba, tanates de lana para hacer bordado que croché, viera, ¡qué dolor tan grande!”.
De la Cruz Portillo era el sustento económico más fuerte con el que Eusebio y su familia contaba, por lo cual piden a las autoridades que se agilice su proceso para obtener el dinero de AFP que se les tiene que otorgar.