Pretender encubrir sinvergüenzadas hoy que son del dominio de la opinión pública y pueden ser una amenaza a algunos en el presente y un castigo en el futuro, resalta aun más la temática de la corrupción, específicamente la impunidad ya que olvidan algunos cómo opera el crimen organizado desde el Estado para proteger políticamente y beneficiar a los gobernantes y cómplices del ayer y hoy. Y es que cuanto más tóxica es la clase política, más numerosas las justificaciones para no atacar el hampa estatal. Versus una población que no analiza los hechos (actuar de sus elegidos), simplemente se entretiene con los efectos (de esos hechos).

La social media es ejemplo de ello. El ciudadano no le da el valor al seguimiento detallado del actuar de sus gobernantes. Y hablamos concretamente, de esas acciones oligofrénicas:

1) “La reserva de información referente a los funcionarios investigados por la sección de Probidad y

2) pretender reformar la Ley de Extinción de dominio. Ya no resulta trágico y/o sospechoso la intención de elaborar estas acciones por los señalados, en un momento que la transparencia es vital y ésta observa actos que deben pasar por revisiones jurídicas e ir más allá. Pues los impulsores de dichas medidas corren contra el tiempo en investigaciones en actos ilícitos, obscuros y turbios en la hacienda pública. Sobresale el hecho ilegal con dichos pasos que los funcionarios serán protegidos en su “Honor”.

Los defensores de esa canallada olvidan que no hay moral más retrógrada que la que trata de imponerse a los demás sin más argumento que la descalificación, de ahí que una mentira normalmente sirve para encubrir una verdad. Como el cínico estilo de vida en algunos investigados por la sección de Probidad y Fiscalía General, instancias encargadas de procurar justicia y velar por la administración honesta de los recursos gubernamentales. Y es que son evidentes y obscenas las diferencias abismales en los patrimonios de muchos de toda ideología que cuelgan sobre sí una mera apariencia de supuesta integridad.

Acaso creen que esas reservas y posibles modificaciones “beneficiarán al ciudadano o crearán certeza jurídica al Estado” observen alrededor el desparpajo socioeconómico actual. Así como, las fortunas que algunos políticos han alcanzado. Pregunto yo, ¿cómo se llama la obra?

Qué casualidad que los funcionarios investigados son apoyados desde el parlamento altamente cuestionado por el manejo de fondos estatales cuyos principales agentes públicos defienden fugitivos, otros con impunidad diplomática y cómplices protegidos políticamente podrían evitar ser castigados por la ley. Ya que paradójicamente esa misma ley los afectaría en su mal habida gestión. El parlamento y un grupo de magistrados de la Corte son corresponsables de esta medida que vendría a destruir aun más la poca vida jurídica que aún queda.

La impresión que genera (asco) es seguir encubriendo a las cúpulas partidarias que de manera directa han atentado contra la contabilidad de la nación. No hay que ser un gurú para concluir que vivimos un momento electoral en el que se juega mucho y pocos pueden perder bastante.

En síntesis: Sí la ciudadanía (juventud) sigue poniendo más empeño en que les vean “felices” en las redes sociales que en exigir a sus funcionarios a administrar eficiente y transparentemente los recursos públicos. La realidad no cambiará, aviven de una vez por todas. Urge una sociedad que frene ese accidentado arribo de personajes cuestionados que no ha contribuido en nada al país ya que la enorme dispersión generada por sus acciones irracionales, limitan puntos comunes en beneficio de EL SALVADOR.

Despierten de ese falso sueño a una realidad en la que miles salen huyendo en el peor éxodo de la historia de la nación. “Si quieres derrotar la corrupción debes estar listo para enviar a la cárcel a tus amigos y familiares “. Lee kuan Yew.