Nosotros, ustedes, y aquellos. Así parece que nos vemos en nuestro país, especialmente en el ámbito político. Y que daño hace a nuestra salud pública, esa actitud de los llamados servidores del pueblo. Después de un leve respiro de esperanza, parece que tenemos lo mismo de siempre, aunque sus alaridos en Twitter pretendan convencernos de que ahora si tenemos diferencias. Yo no lo siento así. Aunque habrá voces por ahí, que me dirán, que no conozco la realidad de mi país, porque soy de la diáspora, de aquellos que migramos un día, y ahora al final del camino ansiamos regresar. Regreso hacia un lugar del que nunca partimos.

El día de ayer se nos anunció por Twitter, que los “científicos” anticipaban la implementación (de nuevo) de restricciones fuertes (nuevos encierros). ¿Será esto un anuncio al eterno retorno? Coincidentemente, el MINSAL no publicó el estado de la epidemia para el día 26 de octubre. Hoy es 28, y todavía no tenemos reporte del día 27. No tenemos Twitter. Pueblo y gobierno pareciesen vivir en realidades diferentes. Como dice el Zaratustra de Nietzsche, en su tesis del eterno retorno, “Todo lo que puede suceder ¿no debe haber sucedido (...) ya alguna vez?”. Y en el ínterin…

La burbuja de casos a nivel mundial sigue subiendo. Ciertamente la comunidad científica mundial atribuye esta segunda ola de resurgimiento de casos a la relajación de las intervenciones conocidas como ¨Intervenciones no-farmacológicas¨. Recordemos que estas intervenciones incluyen una gama de intervenciones, dentro de las cuales encontramos los famosos confinamientos y cordones sanitarios. Aunque también incluyen, cierre de escuelas y universidades, distanciamiento físico, restricción de eventos públicos, restricción de reuniones mayores de 10 personas, cierre de lugares de trabajo, y restricción de movimiento interno, entre otros. Adicionalmente, los estudios científicos, recientemente publicados y que miden el impacto sobre el índice de contagio (número reproductivo Ro) que estas medidas tienen, claramente nos dicen, que cada una de estas intervenciones afectan la transmisión del virus en diferente magnitud.

Un estudio publicado en el prestigioso Lancet, la semana pasada, y realizado por el instituto Usher, de la universidad de Edimburgo en el Reino Unido, reportan que al hacer el análisis sobre el impacto de estas medidas en 131 países encuentran que levantar la restricción en reuniones de más de 10 personas resulta en un incremento de transmisión del 25%, el cual es el mayor incremento individual de todas las medidas sanitarias.

También encontraron que una estrategia que incluye la prohibición de eventos públicos y reuniones de más de 10 personas se asocia con una reducción de la transmisión del 29% al final de la tercera semana de implementación; si a estos se le agrega el cierre de lugares de trabajo, el efecto se incrementa al 38%. Si se implementa la medida extrema radical de confinamiento el efecto al final de tres semanas de implementación es la reducción de transmisión en 52%.

Similarmente, la comunidad científica agrega, que cada una de estas intervenciones producen efectos colaterales y dañinos en la salud mental de las personas, efectos sociales, y efectos económicos en diferente magnitud, siendo los confinamientos y cordones sanitarios los que mayor efecto dañino tienen en nuestros medios de subsistencia.

También la comunidad científica encuentra consenso en recomendar que las diferentes medidas sanitarias deberían ser informadas por factores como la capacidad y resiliencia del sistema de salud, así como tratar de implementarlas a niveles departamentales o municipales cuando sea posible. Por ello, recomiendan a las autoridades sanitarias y gobiernos, el aplicar estas medidas con mucho cuidado y siempre dándole prioridad a aquellas que tengan el menor efecto dañino sobre lo social y económico de la población, especialmente en aquellos países con recursos económicos limitados. Tratemos de realmente tener una actitud ante este virus de ideas nuevas, y no seguir con el eterno retorno a más de los mismo.