Antes de entrar en el tema de este artículo, quiero enviar un fuerte abrazo a todos los publicistas de El Salvador, en el DÍA DEL PUBLICISTA que estamos celebrando. Ser publicista, más que un oficio es un arte, y más que una ocupación es una dedicación, es decir, amor por la competitividad, la creatividad y la innovación. “Se pueden descubrir los ideales de una nación a través de su publicidad”. George Douglas.

Por medio de la publicidad, el consumidor puede enterarse de la forma más rápida, oportuna y económica de las opciones que le ofrece un mercado y escoger aquella que mejor resuelve sus necesidades. No existe para el consumidor una manera más eficiente de saber qué productos o marcas hay disponibles.

Analizar el comportamiento del consumidor está relacionado no solo con lo que compra, sino también con los motivos que le llevan a ello, los momentos en que compra, dónde, de qué manera y con qué frecuencia. Un análisis que ha dado un giro radical con respecto a hace algunos años atrás. Las responsables de ello han sido las nuevas tecnologías, pero también los cambios en la cultura y tradiciones de los consumidores de hoy en día.

La constante evolución de la tecnología ha dado lugar a una auténtica revolución en los hábitos de los consumidores, por lo que las empresas deben aprender a ofrecer una atención más personalizada con el objetivo de venderle no solamente sus productos o servicios, sino también experiencias y formas de vida distintas para marcar la diferencia con respecto a la competencia. Las empresas deben seguir avanzando con base a las preferencias y necesidades de sus clientes, a fin de mejorar el servicio al cliente y obtener mayor rentabilidad.

Todo ello ha dado lugar a un nuevo estilo de marketing, en el que es necesario ofrecer algo más que elementos básicos y productos de consumo masivo. Hace falta reinventar la empresa, así como los productos y servicios que se ofrecen.

Por otro lado, los canales que tradicionalmente han resultado tan efectivos para vender productos han empezado a desaparecer y ya no son tan eficaces como hace unos años. El consumidor no quiere que se le ofrezcan productos y servicios, sino experiencias. Pero, además, el nuevo marketing está muy enfocado a atender los nichos más desatendidos, esto es, a los consumidores que no encuentran dentro de los perfiles promedios del mercado, pues son ellos los que hablan del producto o empresa.

El consumidor es infiel por naturaleza y no se mantiene leal a los productos o servicios de toda la vida. A menos que se le ofrezca algo diferente a lo habitual, buscará a alguien que lo haga y será infiel tantas veces como sea necesario hasta encontrar lo que realmente cubra sus necesidades. Un consumidor mucho más exigente que el de antes que sabe que puede elegir entre una gran variedad de productos y servicios. Por esta razón, la única forma de fidelizarlos es ofreciéndoles experiencias inolvidables que hagan que hablen bien de la marca entre sus conocidos.

Las estrategias de marketing actuales deben adaptarse a la realidad del consumidor sin importar los cambios que se generen, con el fin de ganarse su fidelidad. Debemos saber llamar su atención, cambiar constantemente para no decepcionarlos y mantenerlos siempre con la expectativa de lo que vendrá después. Es cierto que las costumbres y el comportamiento del consumidor pueden cambiar con el paso del tiempo, pero las necesidades siempre estarán presentes.

Hoy en día los consumidores: 1) Tienen acceso a más y mejor información. Internet, foros, comparativas, opiniones de otros consumidores… El disponer de esta información le aporta al consumidor un poder que antes no poseía. Lo que los lleva a… 2) No se toman en serio la publicidad tradicional. El impacto publicitario cada vez es menor y ganan terreno los efectos virales, RRSS, blogs, y opiniones de otros consumidores, como los “Brand Lovers” o los “Bloggers”. 3) Son exigentes e impacientes. Quieren las cosas inmediatamente y aprecian en mayor medida un trato distinguido al cliente, necesitan que las empresas los escuchen y les aporten valor añadido a los productos que adquieren. Por lo que, quieren probar cosas nuevas. Buscan experiencias y productos o servicios que les sorprendan. 4) Son más responsables y conscientes del medio ambiente y la salud.

Las empresas deben tener en cuenta todos los cambios que se han producido en el mundo comercial. Así pueden proponer ofertas más interesantes. Adaptar los métodos y canales de venta a las nuevas necesidades. Y, sobre todo, evolucionar a medida que lo haga el comportamiento del consumidor.