Comprender, y experimentar la dinámica del poder, sus mecanismos, distribución, límites y alcances, son los factores de la naturaleza o esencia del poder político en sí mismo, y después, viene todo lo demás.

Los motivos y las situaciones en la política, son pasajeros, lo que cuenta es el momento político, el ahora y el aquí que habla la gente, para tomar las decisiones, y es cuando el político necesita hacer uso de su inteligencia política, la intuición y el olfato político que se refieren objetiva y específicamente al político, es decir, su estructura mental reflejada en su personalidad; todos estos elementos intervienen en el juego del poder para realizar su análisis e interpretación de la realidad política.

El político debe de actuar desde el campo de esa inteligencia política, para que surjan las fuentes del poder, que tienen una relevancia específica para el control del poder, una de las características de un buen político es contar con una inteligencia innata, para entender que el poder fluye en ocasiones no de una manera clara, y la habilidad consiste en identificar los factores que perturban la realidad política, para ello se requiere identificar aliados, opositores u oponentes, identificar fortalezas, debilidades y oportunidades, para diseñar estrategias y tácticas y así lograr objetivos inmediatos y mediatos.

Los factores del poder, en su ejercicio son inmutables, lo que es mutable es el estilo y la forma de ejercer el poder, que podría considerarse como una nueva forma de hacer política, mediante las iniciativas de ley, reformas a las leyes para combatir la corrupción y la impunidad, el poder es enigmático y complejo, por lo cual en el campo de acción surgen combinaciones de esencia pura, con las circunstancias del momento y es así como la coyuntura política va marcando los movimientos, y la manera de proceder, ajustándose a los intereses. Los juegos opuestos del poder, son temporales porque existen dentro de los límites del tiempo, lo cual nos indica que a lo primero que un político debe ponerle atención es entender el funcionamiento, dinámica, relaciones del poder, entramados que se conjugan en la correlación de fuerzas al interior del Estado.

Así las cosas, surgen las siguientes interrogantes: 1) ¿Cómo se persigue el poder?; 2. ¿Cómo se experimenta el poder?

Las expresiones del poder y los fenómenos políticos es una forma de percibir el cambio y las relaciones, y esto es lo que genera precisamente en la conexión del político con el poder mismo; tal situación coloca al político liberándolo de ataduras y de compromisos con sujetos que han apoyado su candidatura para poder servir al bien común, de tal manera debe actuar con personalidad, fe y confianza en sí mismo.

En consecuencia, el político se nutre de las conexiones y busca acuerdos y entendimientos, para encontrar el equilibrio en los intereses, de tal manera que el político actúa en plenitud porqué su actuación y pensamiento se hace una realidad política. Comprender el misterio del poder, no contiene visos de ingenuidad, puesto que la experiencia y la formación política permite conocer las claves del poder, las reglas de gobernabilidad, puesto que el principal objetivo del político es estar en contacto con el poder; estructurar sus cuadros, con los cuales va gobernar, son el centro de referencia de la dirección, actuación para convertirse en una realidad, y la forma como interpretan esos cuadros cuando crea experiencia, y muestra la realidad política que genera un sistema estructurado donde se mueven las fibras del poder.

La naturaleza de la realidad política está relacionada con una red de contactos, influencias, intereses, que cambian en el espacio y el tiempo y sirven como puntos de referencia; es relevante no confundir lo que nos imaginamos de la realidad con la realidad misma. El poder político tiene limitaciones legales, pero también tiene espacio y tiempo, pero necesita de información calificada, oportuna para tener éxito en su aplicación.

La esencia del poder evidencia que su ejercicio implica desafíos no esperados. El poder es indescifrable y enigmático.