Cada mes, la pandemia les cuesta a los ciudadanos de El Salvador millones de dólares, y se prevé que el PIB del país se contraerá 8.6%, la mayor de toda Centroamérica, según la CEPAL. Esto tiene serias implicaciones para la población general, pues como impacto directo una gran cantidad de hogares se hundirán en la pobreza, y una generación de jóvenes y niños perderán futuras oportunidades de progreso. Es sumamente urgente, que el gobierno de este país enfoque sus esfuerzos hacia un pronto restablecimiento de la movilidad y el comercio. Ya lo dijo la Organización Mundial de la Salud, ¨El confinamiento no es una solución: es insostenible y difícil de imponer, y tiene un costo social y económico muy alto¨ (OMS 19 de octubre 2020).

Existen cuatro pilares fundamentales sobre los cuales (de acuerdo con la OMS y científicos internacionales) se tiene que sentar una respuesta efectiva para detener la pandemia: pilar de vacuna, pilar de tratamientos, pilar de medios de diagnóstico, y el pilar de conexión de los sistemas de salud. Pero examinemos, en esta ocasión el pilar de vacuna.

Esta semana, Pfizer Y BioNTech anunciaron que el candidato a la vacuna contra el covid-19 logró el éxito en el primer análisis provisional del estudio de fase 3. Se encontró que la vacuna candidata era más del 90% efectiva en la prevención de covid-19 en participantes sin evidencia de infección previa de SARS-CoV-2 en el primer análisis de eficacia provisional.

El análisis evaluó 94 casos confirmados de COVID-19 en los participantes del ensayo. Al parecer Pfizer solicitará autorización de uso de emergencia a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) prevista para poco después de que se alcance el hito de seguridad requerido, lo que actualmente se espera que ocurra en la tercera semana de noviembre. Debido a que esta nueva vacuna utiliza como vehículo al ARN mensajero, necesita de un almacenamiento a -70C, lo cual impondrá recursos especiales a los sistemas de salud para el mantenimiento de la cadena de frio. Usualmente en los países las cadenas de frio para vacunas tradicionales utilizan almacenamientos entre +2 a +8 grados centígrados, con un promedio de almacenamiento de las vacunas en el refrigerador de +5C.

En otras palabras, la cadena de frio tradicional utilizada en unidades de salud no será efectiva para mantener la temperatura necesaria para esta nueva vacuna, por lo que el MINSAL tendrá que establecer un sistema de cadena de frio especial para la vacuna contra el COVID-19 de la Pfizer. Por el otro lado, también el MINSAL tiene que estar preparándose para asegurar la disponibilidad de esta vacuna. Para asegurar esta disponibilidad hay básicamente dos caminos. Uno es el desarrollar acuerdos bilaterales directamente con la compañía farmacéutica, en este caso Pfizer. Hasta el momento actual solamente Costa Rica ha establecido este tipo de acuerdos. El otro camino es a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS-PAHO).

LA OMS-PAHO está colaborando con asociados por medio del Acelerador del acceso a las herramientas contra el COVID-19 (Acelerador ACT) y su pilar de vacuna, COVAX, para agilizar la obtención y la fabricación de una vacuna segura y eficaz y asegurar un acceso justo y equitativo a estas vacunas para todos los países. El Salvador, es uno de los pocos países de Latinoamérica, que debido a su situación económica tendrá acceso gratis a la vacuna. Los países participantes en el mecanismo COVAX podían decidir cubrir entre el 10 y el 50 % de la población del país.

Entendiendo y comprometiéndose que a pesar de solicitar dosis para más del 20% de la población, las mismas se recibirán luego que todos los demás participantes autofinanciados también hayan recibido las dosis en una cantidad suficiente para alcanzar una cobertura del 20% o alcancen la cantidad elegida (si es inferior al 20%). Esto requerirá que además de contar con la infraestructura para almacenar la vacuna, se tenga un plan estratégico nacional que defina quienes serán incluidos en el 20% de la población a cubrir inicialmente. La pregunta urgente es: ¿está el MINSAL preparado para almacenar y distribuir la vacuna contra el COVID-19?