El gobierno salvadoreño solicitó ayuda a la Universidad de Harvard, para trazar una ruta económica y dar seguimiento a la ejecución de los planes que tiene el gobierno. El 4 de febrero llegó a Casa Presidencial Ricardo Hausmann, Director del laboratorio de Crecimiento de dicha universidad y confirmó el apoyo solicitado. Se trata de formar un equipo multidisciplinario de intelectuales salvadoreños que analice la situación y perspectivas del país, para definir estrategias que tengan por objetivos: unificar la sociedad, mejorar la seguridad, lograr avanzar en el desarrollo económico, definir el rol del Estado y de la sociedad civil, así como mejorar el gabinete y dar seguimiento al cumplimiento de los planes gubernamentales.

Ricardo Hausmann colaborará en la conformación y orientación del equipo de intelectuales, tanto en la etapa de la definición de lo que se tiene que hacer, así como en el seguimiento de las actividades previstas. Hausmann es un ingeniero venezolano radicado actualmente en Estados Unidos, doctorado en Economía de la Universidad de Cornell, fue profesor de Economía del Instituto de Estudios Superiores de Administración en Venezuela, ministro de Planificación de ese país, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), director del Centro Internacional de Desarrollo (CID) de la Universidad de Harvard en donde ha venido investigando sobre los determinantes del Crecimiento Económico a largo plazo; ha realizado investigaciones específicas en 12 países de América Latina y en nueve naciones de África y Asia; ha publicado cuatro libros sobre temas económicos.

El equipo multidisciplinar de intelectuales posiblemente analizará las propuestas de desarrollo económico para el país presentadas por el Partido Nuevas Ideas (Plan Cuscatlán); Unión Europea; Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas (Cepal); así como los aportes realizados por Fusades, gremiales empresariales, universidades, ONGs, otros organismos internacionales y personas particulares.

En enero de 2019 fue presentado el programa de gobierno del partido Nuevas Ideas, liderado por Nayib Bukele, titulado “Plan Cuscatlán”. Los objetivos generales son: crecimiento económico sostenible, construcción de la igualdad, efectividad del Estado y pacto fiscal. Para elaborar el plan se constituyeron ocho equipos de trabajo: Bienestar Social; Seguridad; Migración y Trabajo; Equipo Internacional; Industria, Producción y Tecnología; Economía y Beneficios Sociales y Finanzas; Fomento y Obras Públicas; y Desarrollo Territorial.

En julio de 2019, la Secretaría de Comercio e Inversiones del gobierno salvadoreño informó que realizaría en El Salvador, durante los siguientes 15 meses, un estudio para superar cuatro desafíos: mejorar la institucionalidad, aumentar la productividad laboral, minimizar la vulnerabilidad social y desarrollar estrategias contra las amenazas medioambientales. Este estudio está siendo coordinado por la Unión Europea y se realizaría en tres etapas: análisis comparativo con otros países, un análisis de capacidades y obstáculos, así como validación de resultados y recomendaciones. El estudio incluirá elementos económicos, culturales, geográficos, sociales y naturales.

En septiembre de 2019, la Cepal presentó el documento de trabajo “Plan de Desarrollo Integral de Centroamérica y México, que contenía un diagnóstico y recomendaciones. Según este documento, existen causas estructurales de la migración como las siguientes: un crecimiento económico insuficiente con pobreza y desigualdad; el alto crecimiento demográfico en ciudades y gran rezago rural; fenómenos naturales como sequías e inundaciones; violencia o inseguridad en los lugares de origen; así como la gran diferencia salarial que existe con Estados Unidos. Las principales recomendaciones fueron: una política macroeconómica para el desarrollo inclusivo que logre tasas de crecimiento de la economía más altas y sostenidas, que sea intensivo en generación de trabajo decente, que sea propicio para la transformación productiva y genere mejoras en la distribución del ingreso; la aplicación de una fiscalidad progresiva, priorizar inversión pública y eliminar privilegios fiscales; fortalecimiento de la administración tributaria; elevar la inversión total a una meta del 25 % del PIB; potenciar las remesas para que sean motores de la inclusión productiva y el desarrollo local; mayor integración y facilitación del comercio, con énfasis en energía, logística, infraestructura y digitalización regional.