Si usted no sabe quiénes son Ángela, Jacinda, Sanna, Erna, Katrín e Ing-Wen, es mejor que las vaya conociendo y que todos les prestemos un poco más de atención, tanto por lo que han hecho ante la epidemia que tiene al mundo prácticamente de rodillas, como por lo que harán para construir el futuro en el que todos quisiéramos vivir: Ángela Merkel, Jacinda Erden, Sanna Marin, Erna Solberg y Katrín Jakobsdóttir son, en ese orden, primeras ministras de Alemania, Nueva Zelanda, Finlandia, Noruega e Islandia, aunque el título oficial de Ángela Merkel es canciller y Tsai Ing-Wen, por su parte, es la presidenta de Taiwán.

Además de ser las gobernantes de los países con las experiencias más exitosas en contra del Coronavirus, estas 6 mujeres tienen en común varios rasgos en su estilo de liderazgo y en su forma de comunicarse, que les permitieron enfrentar exitosamente todos los desafíos que el Coronavirus presentó en sus países y hacerlo democráticamente. Todas le apuntaron a medidas basadas en evidencia médica y científica sólidas. Todas se caracterizaron por la toma de decisiones rápidas, drásticas y eficaces, pero democráticas, así como a una estrategia comunicacional clara y abierta con la prensa y con la población. Ninguna de estas 6 mujeres le apostó al enfoque militarista. Ninguna amenazó con encerrar a sus ciudadanos en calabozos, ni con alentar a las fuerzas armadas para que los lastimaran. Ninguna pretendió saber más que los médicos o que los científicos. Todas se rodearon de los mejores científicos y asesores y, actualmente, estos países ya van camino a la “normalidad”.

La formación y experiencia de Ángela Merkel le permitieron enfrentar la crisis con solidez y serenidad. Tomar decisiones drásticas, pero también explicar detenidamente al pueblo alemán y a la prensa, las implicaciones científicas, así como la necesidad de las restricciones implementadas. Su liderazgo ha permitido que Alemania tenga una de las tasas de mortalidad más bajas de toda Europa y una cifra de muertos por COVID-19 también mucho más baja que sus países vecinos: 6,128.* Jacinda Erden, fue drástica y humana a la vez. Cerró las fronteras y decretó la cuarentena en la tercera semana de marzo. No obstante, se caracteriza por su apertura con la prensa y su empatía hacia la población. En Nueva Zelanda se contabilizan solo 19 muertes.* Erna Solberg, humanista por convicción, puso a los niños al centro de la emergencia y, como elemento muy particular, llevó a cabo una conferencia de prensa con énfasis en la niñez, en la que luego de explicar con palabras sencillas lo que implicaba la emergencia, permitió que los niños y niñas hicieran numerosas preguntas abiertas. Noruega contabiliza 205 personas fallecidas.* Sanna Marin, de 34 años, es la gobernante más joven del mundo. Electa como primera ministra de Finlandia apenas en diciembre del año pasado, construyó su estrategia comunicacional ayudándose de los influencers en redes sociales para transmitir los mensajes y comunicaciones importantes, pero sin hacer de ello un circo ni tomarlo como un logro personal, sino como algo serio y útil que había que hacer. Finlandia contabiliza 193 personas fallecidas. Tsai Ing-Wen fue rápida y se enfocó en producir lo que la epidemia exigiría. Comenzó a tomar medidas desde enero de 2020 y su país ha producido millones de mascarillas médicas para uso interno, que ahora están siendo donadas a otros países que las necesitan. Taiwán acredita únicamente 6 fallecidos por COVID-19 y constituye un enigma para el mundo. En Islandia, Katrín Jakobsdóttir no decretó el confinamiento obligatorio, pero sí implementó medidas de distanciamiento social. El país le apuntó a las pruebas gratuitas y masivas para toda la población, así tuvieran síntomas o no. Islandia solo tiene 10 muertes por COVID-19.*

El liderazgo femenino ha mostrado ser exitoso en tiempos difíciles. Los casos de estas 6 gobernantes deberían ser un detonador para que se abran mayores espacios de participación de la mujer en altos cargos en la política y para ir cambiando la percepción errónea y hasta los mitos que existe sobre nosotras. Para las personas que aún creen que las mujeres somos muy hormonales, emotivas, temerosas o muy sumisas para gobernar un país o para ocupar posiciones de liderazgo, llegó la hora de arrancarse la venda que tienen en los ojos de un tirón y de ver los ejemplos concretos que el mundo está presentado de exactamente todo lo contrario.

*Datos sobre fallecidos al 28 de abril de 2020.