En la historia de la Filosofía, encontramos que alrededor del siglo V antes de la era cristiana, los ciudadanos atenienses eligieron a uno de ellos para gobernar aquella ciudad-estado, quien desde el inicio de su gobierno comenzó a dictar leyes impopulares, decretar tributos onerosos y expulsar a los que consideraba sus enemigos políticos (ostracismo), incluyendo uno de los grandes sabios de su época, contra quien ordenó capturarlo y hacerlo comparecer a su presencia, lo cual fue obedecido de inmediato y una vez el sabio estuvo frente a su persona, dicen, le descargó una fuerte bofetada mientras le inquiría el motivo de estar en desacuerdo con su modo de gobernar. El sabio sin inmutarse, con su rostro encendido por el golpe, solo le dijo serenamente: “Pega, pero escucha”.

Esa respuesta se ha venido repitiendo alrededor del mundo, especialmente en nuestra amada pero sufrida Hispanoamérica, donde de cuando en cuando, surgen gobernantes como el tirano griego, que no atienden las críticas o señalamientos honestos que se les hacen y responden con violencia, encarcelamientos, exilios, confiscación de bienes, despojo de sus derechos constitucionales, etc. a quienes tienen la gallardía civil de hacerle ver sus errores.

Actualmente, pueblos hermanos como Cuba, Nicaragua y Venezuela, forman una tríada angustiante, por estar oprimidos bajo sendas dictaduras irreflexivas y criminales, pero respecto a la última de ellas, la de Hugo Chávez, ha decretado la adopción y uso obligatorio de una moneda virtual denominada Petro (piedra), sin respaldo financiero en ninguna parte del mundo, prometiendo a los venezolanos “regalarles” 30 dólares a cada uno que acepte negociar con el Petro, cantidad que será depositada en sus cuentas cibernéticas, pero se cuida de no mencionar que esa cantidad jamás la tendrán en papel moneda estadounidense, sino en forma virtual o los llamados “dólares Tethers”, una malévola maquinación financiera creada por Peter Mc. Cormack.

Si Venezuela es claro ejemplo de la debacle económica, a pesar de sus recursos petroleros, ¿qué le puede suceder a una nación pobre, sin recursos naturales, superpoblada y sin muchos elementos técnicos de última invención, como es el caso nuestro? ¡Ya ni imaginarlo es bueno!

Lo peor de esta mermelada financiera, es que las primeras y más severas críticas y advertencias por aprobarse el bitcoin no se originaron en opiniones de nuestros economistas y entendidos en cuestiones bursátiles, sino de entidades internacionales de mucho peso, considerable experiencia y de gran influencia tanto en el mundo entero, como en los Estados Unidos y países europeos.

Tal es el caso del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial de Inversiones, para no citar más entidades y entendidos en la materia y concluyo esta columna transcribiendo una cita que hace en otro medio, la colega profesora y escritora, doña Teresa Guevara de López, quien menciona a un destacado economista británico, Andrew Sentance, quien refiriéndose a nuestro país escribió recientemente: “Es muy triste que un país tan pobre empobrezca más a su gente, por un loco experimento económico”. ¿Qué efectos nocivos nos producirá el uso del bitcoin como moneda de curso legal? El tiempo nos lo dirá…