El estancamiento económico del país lleva aproximadamente 23 años (1996/2019), es una herencia el gobierno de los militares del período 1950/1988, así como de la aplicación del modelo económico neoliberal en el período 1989/2019. La crisis del COVID-19 ha creado las condiciones para iniciar la aplicación del modelo de economía social de mercado.

El período 1950/1988 se caracterizó por: dictadura militar, establecimiento legal de un Estado de Bienestar; industrialización basada en la sustitución de importaciones; fortalecimiento de partidos democráticos; ascenso de la oligarquía emergente; desarrollo de organizaciones populares; crisis política y social; intervención del Estado en la Economía (nacionalización bancaria, nacionalización del comercio exterior, reforma agraria e intervención de empresas industriales); desarrollo del Partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA); emigración masiva de salvadoreños; fortalecimiento de la Fundación Salvadoreña de Desarrollo Económico y Social (FUSADES); guerra contra-insurgente apoyada por EEUU por 9 años; así como negociación y firma de Acuerdos de Paz.

Al inicio del período 1989/2019, la Oligarquía Emergente se impuso a la Oligarquía Tradicional y se apoderó de la conducción del Partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Ese grupo social dominante utilizó al Partido ARENA, logró el apoyo técnico de FUSADES y el financiamiento de organismos internacionales para aplicar el neoliberalismo. Este modelo económico se fundamenta en la teoría del rebalse, los grandes empresarios capitalistas deben aumentar sus ganancias, invierten una parte de las mismas generando empleo y bienestar para el resto de la población. Para incrementar esas ganancias se realizaron las privatizaciones, se disminuyeron unilateralmente los impuestos a la importación, se dolarizó el país, etc.); pero también se eliminó lo que para la oligarquía emergente eran los principales obstáculos del crecimiento de la producción y el empleo en el país (el Estado de Bienestar, la industrialización sustitutiva de importaciones y la intervención del Estado en la economía). La oligarquía emergente aprovechó el crecimiento de las remesas familiares y el endeudamiento público para impulsar una política de exportaciones no tradicionales. En los primeros cinco años de aplicación de este modelo económico se logró un crecimiento económico significativo, pero la causa fundamental de eso fue la reactivación económica de post guerra, con financiamiento de la cooperación internacional). En los veinte y tres años siguientes el crecimiento económico disminuyó, siendo el país centroamericano de menor tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto.

La crisis económica generada por el COVID-19 durará hasta finales del año 2021. Posiblemente el mayor impacto de la enfermedad se tendrá en las dos primeras semanas del mes de Junio, luego irá disminuyendo el número de personas contagiadas y las empresas que ahora están cerradas reanudarán su producción en forma escalonada durante el mes y medio siguiente, según sea la incidencia de la enfermedad a nivel territorial y cumpliendo con estrictos protocolos sanitarios.

En el mes de Septiembre posiblemente se permitirá que las empresas trabajen a plena capacidad, pero deberán seguir las medidas sanitarias de la mascarilla y el lavado de manos; sin embargo se presentarán problemas diferentes a los de prevención de la salud, muchas empresas no lograran trabajar a plena capacidad por debilidad de la demanda de productos, problemas de transporte o aduanas, o simplemente por escasez de materias primas. Entonces se estaría llevando una política de mitigación económica para enfrentar la crisis económica mundial, resolviendo los problemas de importación y exportación de materias primas, productos intermedios y productos para la venta, así como los problemas derivados de la disminución de las remesas familiares; esta política económica durará todo el año 2021.

Simultáneamente a la política de mitigación para enfrentar la crisis económica mundial, se estaría comenzando a realizar las políticas de reactivación económica, entendida como inversiones en infraestructura productiva (agua potable, riego, energía eléctrica, etc.), incremento de la capacidad de producción de las empresas existentes y la creación de nuevas empresas privadas, para lograr que en el año 2022 crecer nuevamente al 2.5 %, pretendiendo llegar en el año 2023 al 3.5 %.

Las políticas económicas que el gobierno ha venido ejecutando durante la crisis del COVID-19, no son de tipo neoliberal en que lo primero es la ganancia y después las personas; más bien se encuentran en el marco del modelo capitalista de economía social de mercado, en donde primero son las personas (vida, alimentación y seguridad) y después las ganancias.

Se espera que el gobierno de Nayib Bukele continúe aplicando políticas que privilegian a las personas, cuando se ponga en funcionamiento las empresas productivas que actualmente están cerradas, se realice la mitigación económica para enfrentar la crisis económica mundial y se reactive económicamente el país.