Nuestro amigo Platón, solía decir que una buena decisión esta fundamentada en el conocimiento. Por ello, y apreciando la necesidad de información, que hoy por hoy vivimos en nuestro querido El Salvador, es bueno que busquemos rutas alternativas para adquirir ese conocimiento que nos ayude y permita tomar decisiones apropiadas.


En días recientes el jefe de Pfizer, anuncio que según resultados preliminares de fase 3 de la vacuna contra el coronavirus, muestran una eficacia inmunitaria del 90 por ciento. Este nivel de eficacia de la vacuna de Pfizer/Biontech superaría los niveles de protección de muchas vacunas convencionales, incluyendo la protección ofrecida por la tradicional vacuna contra la gripe que únicamente confiere una protección entre el 40 y 60 %. Este anuncio, ha sorprendido incluso a los expertos en inmunología, que realmente no se esperaba que en tampoco tiempo se pudiese desarrollar una vacuna con tan altos niveles de protección.


Básicamente, la vacuna de Pfizer junto a la vacuna de otra compañía farmacéutica llamada MODERNA, son dos productos de nueva generación que utilizan una plataforma novedosa basada en ARN mensajero. Un modelo que permite crear vacunas con material genético que acelera mucho todos los procesos conocidos hasta ahora. Las esperanzas de un descubriendo revolucionario como este para combatir la pandemia del 2020, se han elevado exponencialmente. Ya lo dijo recientemente el Dr. Anthony Fauci, director del instituto nacional de alergias y enfermedades infecciosas de EE. UU., “si todo prosigue como hasta el momento, yo me estaría poniendo la vacuna este próximo diciembre”. Pero a pesar del optimismo generalizado, todavía algunas preguntas persisten. ¿En que consiste esta plataforma de ARN mensajero? ¿cómo funciona? ¿podrá de verdad frenar la pandemia?


Al momento actual se encuentran 10 vacunas en fase tres de investigacion, la gran mayoría de ellas utilizan plataformas de vacuna convencionales. Algunas utilizan partes del virus atenuado o debilitado, otras utilizan partículas del virus como la proteína S, esto para estimular a nuestro cuerpo para que genere anticuerpos y así protegernos del contagio. Pero de estos diez candidatos, hay dos laboratorios, Pfizer/Biontech y Moderna, que han decidido no irse por el camino convencional y apostar por una plataforma genética.


Este modelo no se basa como en los anteriores en introducir proteínas del virus sino en introducir en el organismo instrucciones genéticas (ARN mensajero) para que las células de nuestro organismo creen ellas mismas las proteínas que nos defenderán del virus. El método que ambas compañías utilizan se llama “Transcripción in Vitro”. Este método básicamente consiste en introducir en un tubo de ensayo una partícula de material genético (DNA) y una molécula de ARN polimerasa, esta ultima es capaz de leer el mensaje de ADN y transformar esto en sintetizar ARN mensajero.


Luego este último será el que se utilizará en la vacuna. Esta técnica, aunque novedosa ya se había utilizado para la producción de otras vacunas como la vacuna contra la gripe. La evidencia recientemente publicada por Pfizer habla de que la vacuna provee una protección del 90%. Esto sale de una serie de personas que se contagiaron de los 44 mil voluntarios que participan en la investigación. De estos participantes, 94 personas dieron positivos al coronavirus, de este grupo, 86 personas contagiadas pertenecían al grupo que había recibido un placebo (no recibieron la vacuna), y solo 8 personas infectadas habían recibido la vacuna.


Este 90% de protección son resultados preliminares, pero Pfizer está en proceso de publicar mas resultados a finales de noviembre, de confirmarse este grado de protección, el FDA (agencia americana que regula los medicamentos en dicho país) proporcionara una aprobación de emergencia para que la compañía inicie la distribución mundial de la vacuna. La FDA previamente había anunciado que procedería con la aprobación si se obtuvieran niveles mínimos de protección mayores al 50%. Por ello se espera una aprobación hacia finales de este mes.


Aun ante esta grandiosa luz al final del túnel, existen muchas preguntas que se tendrán que responder a medida que la vacuna se este distribuyendo a gran escala. Y aun los gobiernos tendrán que enfrentar los retos de logística que este nuevo método de vacuna impone, y que se relaciona a la compleja cadena de frio que se tiene que instalar para mantener la vacuna en buen estado. Esta plataforma genética exige temperaturas por debajo de -70 grados centígrados que solo se obtienen con equipos sofisticados de congelación. En fin, que tenemos vacuna, pero que ahora falta esperar que nuestro MINSAL este a la altura.