Exactamente como lo he venido denunciando las semanas previas en mis apariciones públicas y en mis columnas de opinión de este periódico, y tal y como lo predije hasta con los nombres exactos, Arena y el FMLN lograron llevar adelante su estrategia de colocar sus “piezas” en el TSE y después de la votación del martes pasado, estarían sin duda tomando control total del TSE con cuatro magistrados que responderían a sus intereses, los de ellos, los de la rancia partidocracia. Por supuesto que se eligió la presidencia en un magistrado –en este caso una mujer- propuesta por GANA, pues no podía ser de otra forma, ya que habiendo sido el partido que más votos obtuvo en la elección anterior, le correspondía a este partido presentar su terna para la presidencia del colegiado, pero ello es poco relevante en términos de votación pues en nuestro sistema legal de votación en el TSE, quien preside no representa más que un voto, y ni siquiera existe en llamado “voto de calidad”, siendo que el número de magistrados es impar y no hay lugar posible a un empate.

Ellos han estado acostumbrados a pisotear la institucionalidad democrática del país históricamente durante la posguerra, primero Arena y el antiguo “bloque de derecha” y luego el FMLN y algunos aliados transitorios que consiguieron, y hoy que se sienten amenazados en su propia existencia política ambos, los que antaño fueron “acérrimos adversarios y casi enemigos políticos”, hoy unen fuerzas y acuerdan colaborar para tomar control sobre el organismo que consideran puede ser el “último bastión” desde donde defender sus intereses partidocráticos, pues saben que el ciclo político de la posguerra está por terminar en 2021 y ellos ya no serán los actores políticos preponderantes en el nuevo congreso.

Lo han hecho como siempre, anteponiendo sus intereses partidarios a los del país, sin importarles nada más, por cuanto tendrían control de las decisiones estratégicas que requieren cuatro votos, tales como cancelar partidos, inscribir partidos nuevos, etc. Ese es el miedo, ya para ellos es una cuestión de supervivencia política –ellos consideran- y por ello atentan nuevamente contra la institucionalidad del país, incluso influyendo indebidamente en la Corte Plena de la CSJ para conformar ternas de ese Órgano de Estado, adonde se incorporaron las piezas que a ellos les interesaban, no necesariamente los más capaces e idóneos, y para muestra “un botón”, basta sólo ver como fueron reelegidas esas figuras impresentables como suplentes de magistrados, de entre las ternas que envió la CSJ.

Sí las mismas magistradas que recién acaban de finalizar su período, una la Lic. Blanca Paz, que fue suplente de Julio Olivo y la otra señora Sonia Clementina Liévano de Lemus, quien todos sabemos que responde a los intereses de la derecha. Se cumplió también en esto lo que señalé desde hace varias semanas. Y no sólo era la figura de la oposición a la reelección como tal del impopular y repudiado pseudomagistrado y aprendiz de sofista de Julio Olivo, sino aun peor, del hecho de la nefasta figura del control partidocrático de las instituciones públicas, que tanto daño le ha causado a nuestro país. Pero no se les olvide a los que votaron por la reelección de magistrados y han apoyado el control del TSE por los “mismos de siempre”, que además hay un vicio de forma que vuelve inconstitucional la manera misma en que la Corte Plena de la CSJ eligió las termas de candidatos al TSE que envió a la Asamblea, y que sin dudas dará lugar a una andanada de demandas de inconstitucionalidad que se van a venir, amén de algunas que tengo conocimiento ya se presentaron. Yo mismo estoy valorando presentar una propia.

Por ello además he propuesto públicamente que se reforme ese sistema anacrónico, desfasado y pervertido a más no poder por la partidocracia, de que los tres partidos que obtuvieron mayor votación en la elección inmediata anterior puedan en forma automática proponer ternas de candidatos, herencia del sistema político acordado para la posguerra, pero que ya no sirve para los avances en términos de institucionalidad democrática de este nuevo ciclo político y que este país necesita. Hoy nuevamente la partidocracia intenta secuestrar, manipular y hasta cooptar nuestro incipiente sistema democrático, pero no podrán, y la manera como les demostraremos que la voluntad del soberano puede más y se respeta, es terminándolos de sacar de la Asamblea el 2021, y ejerciendo una presión política ciudadana de tal magnitud que a estos sirvientes de la partidocracia en el TSE, no les quede más que cumplir a cabalidad con la ley ¡Punto!