Luis Cardenal, presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).


El Lic. Luis Cardenal, empresario reelecto presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), cree que el Gobierno no ha entendido el mensaje de los salvadoreños en las elecciones y que no ha reconocido que el país va por mal rumbo. Pese a que declara un diálogo suspendido y bajo la premisa que sí hay una relación cordial con funcionarios, diseñan una propuesta de inversión en educación, en donde analizan el presupuesto destinado a los paquetes escolares. La propuesta será entregada en el Encuentro Nacional Empresarial (Enade) de 2018 al Gobierno.

 

¿Ha cambiado la situación del país luego de su primer periodo como presidente de ANEP?

Creo que sí ha cambiado. La gente ha llegado a entender que a la raíz de los problemas económicos es un problema político, políticas públicas equivocadas y una incapacidad de ponernos de acuerdo en una visión nacional de mediano y largo plazo. En estos dos años hemos hecho un esfuerzo extraordinario, que la gente entienda la realidad que vivimos y de hacer propuestas concretas.

 

¿Cómo definiría la situación económica?

Complicada pero no sin esperanzas. Tenemos muchas cosas que corregir y definir pero si esas cosas se hacen El Salvador se puede recuperar con bastante rapidez y los salvadoreños pueden empezar a ver un cambio en la calidad de vida. El primer paso para el desarrollo, la generación de empleo, es la atracción de inversión. Si uno analiza por qué El Salvador es el país que atrae menor porcentaje de la inversión, uno empieza a encontrar las causas: la inseguridad personal, la inseguridad jurídica, la falta de reglas claras. No hay nada más temeroso que un billete de a dólar. En el mundo moderno, todos los países quieren atraer la inversión porque ven los beneficios de atraerla y ofrecen condiciones favorables, se la pelean. En un país donde vivimos en elecciones, las propuestas políticas están contrapuestas, donde uno habla de hacer crecer más el Estado, donde hablan de concentrar el poder, que no exista balance de poderes, donde la economía sea centralmente planificada versus una economía de mercado, donde se quiere tener la concentración de todo en el partido y en el gobierno y que además tenemos un deseo de tomarse todas las instituciones con propósitos ideológicos o político partidarios, versus un sistema donde debe haber libertad con responsabilidad, economía de mercado, balance de poderes, institucionalidad democrática, certidumbre jurídica, donde todos seamos iguales ante la ley, donde gane el que tiene la razón, esa contraposición de modelos genera la polarización que vivimos. Si en el país el inversionista siente incertidumbre y cada vez que hay elección, esa incertidumbre se acrecienta, esa inversión se va a otro lado. El salvadoreño es reconocido, todavía, como una persona

 

¿Culpa de quién es este escenario?

A la raíz de los problemas económicos, la raíz es política.

 

¿Y eso qué significa?

En El Salvador vivíamos el conflicto de la guerra fría. Se llega la guerra con esas condiciones, se firma la paz, creímos que esos problemas estaban superados. La guerra solo cambió de campo, militar al político, los objetivos que había en la guerra no se superaron. Lo mismo querían hacer a través de las leyes y de la toma de poder. La economía empezó a crecer. El FMLN desde la Asamblea y campo político seguían proponiendo las mismas cosas. La gente en lugar de hacer inversiones de mediano y largo plazo, empezó a hacer negocios de corto plazo, ¿y qué empezó a crecer?, la economía de consumo, por eso somos un país consumista. El FMLN viene ganando más poder... ¿En qué país del mundo va a llegar al inversionista cuando escucha que el gobierno maltrata a los empresarios?

¿Este gobierno los maltrata?

Nos vienen a hacer 17 manifestaciones el año pasado quemándonos llantas, nos dice (Mauricio) Funes que somos ratas porque abandonamos el barco, nos suben los impuestos 23 veces, nos cambian las reglas del juego a cada rato. El 100% de la actividad económica, 28 % es formal y es el que sostiene la economía, paga el seguro social, las pensiones, toda la estructura estatal formal, el sistema de salud, educación.

 

¿No ha mejorado la relación entre gobierno y empresa privada?

Tenemos una relación, no diría cordial, nosotros hablamos con ellos, pero en el discurso de ayer decíamos que en el Enade pasado quedó en evidencia: dije cuál era el diagnóstico del país e hicimos propuestas, el presidente habló después de mí y nos presenta una realidad de un país que no es el nuestro. Uno exige las medidas y el otro dice: “Vamos por buen camino, aquí lo que tenemos que hacer es profundizar lo que estamos haciendo”.

 

¿No hay comunicación, entonces?

No. No hay entendimiento, no hay construcción de un país. ¿Cómo señala el hecho de que a uno le pongan micrófonos en las oficinas?, ¿eso es buena relación? ¿Cómo podemos decir que nos tratan bien?, hay relaciones cordiales, yo platico con ellos, lo que no hacemos es agachar la cabeza. Si no estamos de acuerdo, no por nosotros y un interés mezquino, sino porque no le conviene al país.

 

¿Nunca hubo frutos del diálogo?

Hubo algunos frutos pero muy limitados para el esfuerzo. Le doy este ejemplo: estábamos sentados en el diálogo, en el que el presidente dijo que iba a estar presente y después nombró a Óscar Ortiz, Roberto Lorenzana, Hato Hasbún. Como ocho meses. Nosotros elaboramos la agenda, firmamos un documento y después no pasaba nada. Mientras estábamos aquí, nos hacen la jugada en el Consejo Nacional de Salario Mínimo, distorsionaron la realidad de lo que estábamos discutiendo. En 18 meses, íbamos a llegar a $298, básicamente los $300. Nos ponemos de acuerdo, firmamos y el gobierno la detiene, llama a elecciones, no da las credenciales a los trabajadores y pone a los activistas del FMLN, sindicalista del sector público y a un señor que ni siquiera trabaja, crea sindicatos y hace movimiento de calles. Les dijimos: Si aquí nada de lo que acordamos sucede, ¿para qué nos vamos a estar reuniendo? O nos están engañando o a ustedes no les hacen caso, ¡que vengan aquí los que mandan, pues!



¿En qué punto está el diálogo?

Ahorita está en pausa, suspendido. Ante las nuevas circunstancias políticas da la razón a los argumentos que hemos manifestado, que el país va por mal rumbo, que lo que se está haciendo, no está funcionando y la población demuestra su descontento en las urnas, la correlación legislativa ha cambiado, debería ser un mensaje claro. Pensamos que tal vez las cosas cambian, pero ¿qué ha sucedido?, las acciones que toma son hacer rueda de caballitos con los ministros y en primera instancia decir que perdieron por culpa de todo mundo, menos ellos. Nunca escuché yo que dijeran ellos: Las políticas públicas que estamos implementando están erradas. Ese interés (electoral) abre algunas oportunidades a que sean más receptivos a escuchar algunas propuestas. Nosotros estamos listos a presentar nuevas propuestas. Este Enade, siguiendo la misma idea de generar empleo, vamos a enfocarnos en hacer una propuesta de inversión en capital humano: todo mundo está de acuerdo que hay que invertir en educación pero nadie dice en qué se va a invertir, cómo se va a invertir, cuánto tiempo, cuánto va a costar y de dónde van a salir los recursos. Estamos peinando todos los diagnósticos para hacer una presentación de un proyecto educativo incluyente, participativo y efectivo. ¿Cuál es la apuesta de educación que ha hecho este gobierno?, el vaso de leche y los libros, cuestan $80 millones al año. ¿Qué razones dieron para hacerlo? Los niños no van a la escuela porque los papás no les pueden dar de comer, resulta que hay menos niños matriculados, los niños salen peor evaluados según la PAES y la micro y pequeña empresa está llorando que no les pagan.

 

¿Ve mal el plan de los paquetes escolares?

No es que lo vea mal o bien, lo que veo mal es que, en un país que no tiene recursos, no se invierte inteligentemente en cosas que den resultados, sino que se invierte en programas que dan resultados populistas electorales. Este plan no ha servido para lo que ellos dijeron que iba a servir, pero sí ha servido para hacer el programa más popular a la hora de las elecciones. Todos queremos que el agua sea más barata, entendemos que la gente tiene dificultades pero uno dice que los subsidios son para ayudarle a la gente más necesitada, ¿la que tiene agua y electricidad, o la que no tiene agua, electricidad ni casa?, ¿adónde debería invertir primero?, a los más pobres de los pobres.

 

¿Harán una propuesta financiera de educación?

Vamos a hacer un plan, vamos a presentar el diagnóstico, la propuesta, el compromiso nuestro y vamos a tratar de esbozar cómo pudiera ser la inversión en educación.

 

¿Van a proponer redirigir los fondos de los paquetes escolares?

Todavía no hemos llegado a eso. Es un tema delicado porque la gente no lo entiende, ¿qué preferiría la gente si le dieran a escoger?, si le dijera: Le prometo que las escuelas van a tener techo, agua, seguridad, no le van a reclutar a sus hijos, ni van a violar a sus hijas, o que le demos de manera atrasada uniformes y zapatos, estoy seguro que la mayoría diría ‘Yo prefiero techo’.

 

¿Cuáles son las expectativas empresariales que hay sobre el futuro político del país?

Que logremos ponernos de acuerdo sobre cuál es el sistema y modelo que se va a implementar en el país, que las reglas del juego sean claras, que los políticos actúen de manera responsable y eficiente, que empecemos a construir de cara a los retos que tenemos en el futuro.

 

¿Cómo evalúa los resultados electorales?

La gente ha avanzado más rápido que los partidos políticos, los partidos están tendiendo a un divorcio entre las personas que dicen representar y sus estructuras de mando, no solo sucede en El Salvador, la población se siente no representada y decepcionada de los políticos, en la medida que hay más transparencia, la población se siente más decepcionada.

 

¿Qué potencial y qué riesgo tiene esta antipolítica?

El potencial que tiene es enviarle un mensaje a los partidos políticos, pero el riesgo que tiene se ha visto en otros lugares como Venezuela, que surja un outsider, que por lo general es un populista, que viene a ofrecer una solución que nunca se va a poder cumplir y que al final termina esclavizando a los pueblos y destruyendo a las instituciones. En todos los lugares donde ha surgido un no político, porque los partidos han colapsado, los resultados no han sido nada halagüeños.

 

Perfil

Luis Gonzaga Cardenal de Bayle

Reelecto por un nuevo periodo como presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) para el periodo 2018-2020. Fungió como presidente de la ANEP para el periodo 2016-2018 y antes presidió la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal). Fue ministro de Turismo y excandidato a alcalde de San Salvador.