“Nosotros como FMLN vamos a dar la batalla”, así dijo este viernes el secretario del FMLN, Óscar Ortiz, al hacer pública una declaración de su partido tras la detención de cinco de exfuncionarios a los que las autoridades los acusan de lavado de dinero durante las administraciones del los expresidentes Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén.
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Ortiz, quien dijo pronunciarse en nombre del Consejo Nacional del FMLN, acusó al Gobierno de Nayib Bukele de emprender una “persecución política contra todos los opositores”, y denunció que dirigentes y simpatizantes son acosados e intimidados con “carros parqueados en frente de nuestras de casas, de seguimiento a nuestras familias, de drones que sobrevuelan por nuestra viviendas, y sabemos que eso es parte de una dictadura”, señaló.
En este momento todas las acciones que se están emprendiendo por este Gobierno, no tienen que ver con la legalidad, no tienen que ver con la institucionalidad, no tienen que ver con la transparencia, tienen que ver con la instalación creciente y acelerada de una neodictadura, y eso pasa por aniquilar los partidos políticos”. Óscar Ortiz, secretario general del FMLN.
El máximo representante efemelenista reiteró durante la declaración en Facebook, que el Gobierno actual está en “contra todos aquellos que se distancian con razón, con argumentos y con suficiente sustentación de este Gobierno”, y remarcó que la persecución gubernamental estaría dirigida “principalmente con nuestro partido, el FMLN”.
Hoy, los actuales corruptos de este sistema y de este Gobierno nos quieren marcar el paso de la transparencia. Estamos comprometidos con la transparencia, pero estamos en un contexto de ilegalidad, y sobre todo donde no hay reglas claras ni procedimientos claros, donde básicamente los dados están realmente cargados. Para nosotros es inaceptable”. Óscar Ortiz, secretario general del FMLN.
Ortiz advirtió que el partido de izquierda volverá a retornar su papel de “resistencia” y contrarrestar “el nuevo grupo que quiere instalar en El Salvador un sistema que no tiene absolutamente nada que ver con la democracia”.
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Y aunque en su mensaje apeló a la “comprensión, pero también reflexión” popular sobre lo que acontece en el país, adelantó sobre las consecuencias de “si el país toma la ruta equivocada de instalar una nueva dictadura. Las generaciones presentes y venideras lo van a pagar caro”.