Una de las dos únicas empresas que habían presentado oferta para apoyar tecnológicamente el conteo de votos en mesas electorales renunció de su participación en el proceso de contratación que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) lleva a cabo.

El concurso se realiza a través de una colocación de la oferta de compra en la Bolsa de Productos y Servicios (Bolproes) por el TSE.

El responsable de la empresa Afilón, Carlos Vela, dio a conocer ayer su renuncia alegando que el diseño del apoyo tecnológico estipulado por el TSE tiene “vulnerabilidades que arriesgan el proceso electoral que se avecina”.

“Hicimos un prototipo de acuerdo a los requisitos que especificó el tribunal y el resultado no es positivo, complica mas el proceso, lo hace innecesariamente más laborioso, y no resuelve el problema del voto cruzado fraccionado. El apego del Tribunal a esos requerimientos va dirigido hacia un fracaso que Afilon no desea ser parte”, señaló en una carta enviada a políticos y empresarios.

Con esa renuncia, la empresa Smartmatic queda sola entre los ofertantes, cuya última fecha para presentar una propuesta fue este miércoles.

 

desconfianza a smartmatic

Los partidos ARENA y PCN han mostrado desconfianza en la empresa Smartmatic por supuestas fallas en el sistema de transmisión de resultados en Venezuela, Filipinas y Tailandia.

El director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria (Camarasal), Federico Hernández, opinó ayer que Smartmatic acumula “demasiados cuestionamientos internacionales como para transmitir confianza al electorado salvadoreño”. Hernández aseguró que toda “negligencia es sospechosa”, sobre el atraso del TSE al lanzar el proceso de oferta en la Bolsa de Productos y Servicios (Bolproes).

Sobre el proceso de transmisión de resultados, en donde también solo la empresa Smartmatic está ofreciendo el servicio, Hernández indicó que “el TSE nunca ocultó su intención de darle una parte del ‘pastel’ de las elecciones a empresas coreanas” y que eso “condicionó buena parte del proceso de licitación”.

Hernández sostuvo que detrás de la insistencia en aceptar la tecnología coreana para transmitir resultados electorales, estaba el patrocinio de escáneres y opinó que ese patrocinio no justificaba condicionar la licitación.