Las calles del Gran San Salvador lucían despintadas el domingo 4 de marzo durante la jornada electoral. La propaganda y música característica de los partidos políticos inundaba el ambiente, más que la algarabía de los votantes por expresar su elección, quienes optaron por vestir colores que no los asociaran a los institutos en contienda.
La gran mayoría de votantes dejó en sus casas la indumentaria de colores característicos de partidos y salió a la calle, ejerciendo más que nunca el derecho a tener un voto secreto.
Los centros de votación tuvieron durante la jornada una afluencia moderada, donde las marchas e himnos de los principales contendientes resonaban a pocos metros de los centros de votación, a pesar que la reproducción de estas pistas está prohibida de acuerdo al Código Electoral.
“Hemos notado que ha habido campaña pública de algunos partidos políticos cerca de los centros de votación, y esto irrumpe con el Código Electoral”, aseguró Augusto Valle, observador internacional proveniente de Nicaragua, que vigiló el proceso electoral desde el Pabellón 1 del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco), uno de los más grandes centros de votación en el país, donde están inscritos más de 12,600 votantes.
Expresiones ciudadanas
Aunque en muchos centros de votación de municipios como Soyapango, Ciudad Delgado e incluso San Salvador no había mayor presencia de colores partidarios, algunos lugares como el Cifco demostraron llenar ese vacío.
Las demostraciones de simpatía política tomaron sus tonos más variopintos en este centro de votación, donde además se encontraron manifestaciones de inconformidad por parte de jóvenes.
Los salvadoreños acudieron incluso acompañados de sus mascotas, adornándolos con el partido de su preferencia. Tal es el caso de Sonia Ramírez, que llevó a sus tres chihuahuas Snoopy, Barbie y Kira; o de Julia de Aguirre, quien ejerció su voto acompañada de su chow-chow Sasha, en el centro de votación instalado en la Escuela Salesiana Domingo Savio, en la colonia Layco, en San Salvador.
Otras demostraciones estuvieron a cargo de los jóvenes de ARENA y el FMLN, quienes, además de vestir con los colores afines a su partido, llevaban con ellos instrumentos musicales para dar vida a las singulares batucadas de sus candidatos preferidos.
Otras expresiones incluyeron la inconformidad de algunos sectores con los comicios. Jóvenes de un colectivo artístico, vestidos de negro, vendados de los ojos, se manifestaron en las afueras del Pabellón 1 de Cifco, desde donde consignaron frases como: “A los políticos no les importamos” y “Son los mismos de siempre”.