Miedos sísmicos: ¿Cómo reaccionan los salvadoreños ante los temblores?
Lunes 13, Enero 2025 - 9:18 AM
Hoy se cumplen 24 años desde que El Salvador fue sacudido por uno de los terremotos más devastadores de su historia.
El 13 de enero de 2001, a las 11:33 a.m., un sismo de 45 segundos de 7.7 grados en la escala de Richter abrió la tierra en dos, dejando a su paso muerte, destrucción y un profundo dolor que aún pervive en la memoria colectiva. Hoy se cumplen 24 años desde que El Salvador fue sacudido por uno de los terremotos más devastadores de su historia.
La amenaza de nuevos sismos sigue latente en la mente de los salvadoreños, quienes recuerdan vívidamente la devastación de 2001. Hasta la fecha de ayer, 12 de enero, al menos 213 réplicas han sido registradas por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn) en el país, luego del sismo de magnitud 6.3, ocurrido el domingo 5 de enero frente a las costas de La Paz.
Ante esta realidad, Diario El Mundo conversó con la psicóloga Kathya Trejo sobre cómo reaccionan los salvadoreños ante estos eventos y cómo podemos manejar el estrés y la ansiedad que generan.
La experta señala que la experiencia de un sismo genera una amplia gama de emociones, desde el miedo y la confusión hasta la ira y la frustración. Estas emociones pueden intensificarse en personas que han vivido experiencias traumáticas previas.
La experiencia de vivir un terremoto es única para cada persona. Preguntamos a doña Martha Castillo, una salvadoreña de 72 años residente de la Zona Metropolitana de San Salvador que ha experimentado dos sismos de gran magnitud en su vida.
"Cada vez que tiembla, siento como si la casa fuera a caer sobre nosotros; yo he vivido dos terremotos: el de 1986 y el del 2001 y por eso, la angustia me paraliza en esos momentos. A pesar de los años, el miedo persiste y me impulsa a salir corriendo para afuera siempre; muy diferente como les pasa a mis dos nietos; ellos tienen 12 y 19 años y son mucho más tranquilos en medio de esas situaciones”, confiesa.
La psicóloga explica que la edad, las experiencias previas, el entorno social y la personalidad son factores que influyen en la forma en que cada persona reacciona ante un sismo.
Además, advierte que algunos individuos pueden desarrollar comportamientos compulsivos como revisar constantemente la seguridad de su hogar o evitar lugares cerrados.