Resultados preliminares del estado de excepción

Miércoles 13, Abril 2022 - 3:30 AM
Opinion

Ahora los pandilleros huyen, se ocultan bajo tierra, buscan cuevas en lo rural, y lloran, no atacan cobardemente, sino que se esconden como ratas.

Se han cumplido dos semanas completas del establecimiento del régimen de excepción en El Salvador luego de la masacre contra la población entre el 25 y 27 de marzo del 2022 de parte de la pandilla que tiene operaciones criminales en todo el mundo. Nuevamente se equivocaron los cabecillas, dirigentes, máximos mandos en libertad conocidos y no conocidos por la población, les falló el cálculo al pensar que esos 87 homicidios en 72 horas quedarían sin ninguna repercusión, a pesar de que en pleno confinamiento por la pandemia del Covid-19 ejecutaron otro ataque contra la población llevando luto y dolor, uno de los resultados fue que los mezclaron a los pandilleros sin importar a que pandilla pertenecía, encierro total y otras medidas, hace un año hubo respuesta de parte del presidente Nayib Bukele y el gabinete de seguridad. En esta oportunidad con dos semanas completas de régimen de excepción se registran más de 8,500 capturas de miembros activos y que ejecutan diferentes crímenes y delitos contra la población, que han sido enviados a penales de máxima seguridad y seguridad a esperar la audiencia inicial. Los primeros casos de capturas ya han sido judicializados, y la Fiscalía General de la República ha logrado importantes pasos al lograr la instrucción formal con detención provisional. Los denominados "postes”, banderas, soldados, informantes, y colaboradores (mujeres con mantelinas y biblias y otras) en mano que los ubican en los círculos externos de las comunidades donde viven y les dan teléfonos para que informen y les avisen de la llegada de autoridades a los pandilleros, han desaparecido, están escondidos. Y sus jefes y jefas andan huyendo, se andan escondiendo de la Policía Nacional Civil y Fuerza Armada. Y como parte de los resultados tangibles, les presento evidencia de data para que se den cuenta una vez más que las pandillas en El Salvador generan más del 80% de la actividad delictiva y criminal, llevan luto y dolor a las familias salvadoreñas con sus operaciones de maldad. Los delitos de homicidios, desaparición de personas, extorsiones, robo y robo agravado, delito de lesiones, robo de vehículos automotores, se encuentran a la baja en el comparativo interanual 2022-2021, pero además la disminución de marzo al mes de abril del 2022 oscila para estos mismos delitos entre 60-90% y esto coincide con el régimen de excepción y las capturas de jefes de clicas y sus denominados "homeboy” Desde 1992 no había observado nunca que las pandillas estuvieran mostrando amplio grado de desconcertación, miedo, temor, pandilleros llorando en las cárceles al momento de ingresar a máxima seguridad, tratando de escapar para Honduras y Guatemala, enmotelados y en hospedajes, tratando de irse para zonas de clase media o alta alquilar para salir de su zona cómoda, de lo que siempre han dicho que son sus territorios, parece que el machismo y el garbo con el que se han ensañado contra la población lo perdieron. Ya no ponen sus retenes para ponerle la pistola a los visitantes y proveedores, y amenazar de muerte. Los expresidentes Francisco Flores Pérez y Salvador Sánchez Cerén les declararon la guerra a las pandillas y les causo risa, siguieron masacrando, extorsionando, desplazando forzadamente, desapareciendo personas, violando niñas, adolescentes y mujeres, porque estas amenazas fueron "cachetadas de payaso” una completa comedia digna de producciones de Netflix. Ahora los pandilleros huyen, se ocultan bajo tierra, buscan cuevas en lo rural, y lloran, no atacan cobardemente, sino que se esconden como ratas.