Ambas fracciones coincidieron en que la gestión de FMLN dejará muchas deudas en áreas importantes para la nación, como seguridad, salud y educación. El Gobierno destaca la aplicación del plan El Salvador Seguro y la inversión en educación y salud.
El diputado de Arena y presidente de la Asamblea Legislativa, Norman Quijano, calificó como un fracaso el combate contra la criminalidad y la delincuencia.
Quijano también señaló la existencia de un déficit en los servicios públicos, específicamente en la red vial, la cual opinó está “bastante abandonada”. Sobre este tema, el diputado de Gana, Numan Salgado, aseguró que esto afecta principalmente a los habitantes de las comunidades de escasos recursos, quienes tienen que pagar para desplazarse de un lugar a otro.
Salgado, al igual que Quijano, consideran que hay deficiencias en las políticas públicas relacionadas a la de salud. El miembro del partido Gana añadió que existe falta de medicamentos en los centros asistenciales.
Otra deuda según los legisladores es la falta de un buen sistema educativo. Para Salgado, el resultado de la Prueba de Aptitudes y Aprendizaje (PAES) es un indicador de un programa de educación arcaico basado en la memorización y no en el aprendizaje.
Asimismo, mencionó que no se desarrolló el campo de la informática, en el cual los estudiantes han sido reconocidos internacionalmente por sus habilidades.
De igual manera, Salgado destacó que la gestión de Sánchez Cerén falló de gran manera en las relaciones internacionales. Para el legislador, un ejemplo de esto es el Estatus de Protección Temporal (TPS), que beneficiaba a miles de salvadoreños en Estados Unidos y el cual considera que está prácticamente perdido.
Ambos legisladores coinciden en que los resultados negativos de la gestión del presidente actual se reflejan en las encuestas de opinión.
Asimismo, establecen que no está heredando un Gobierno “saneado en materia económica”.
De acuerdo con Quijano, los salvadoreños han sido muy claros en sus valoraciones y los números hablan por sí solos. Salgado considera que con la evaluación se puede percibir que el partido de Gobierno “va en caída libre”.
La última encuesta realizada por la Consultoría Interdisciplinaria en Desarrollo (Cid Gallup) indica que Sánchez Cerén es el presidente salvadoreño peor evaluado en los últimos 30 años. Cifras del sondeo reflejan que Sánchez Cerén es percibido negativamente por la población con solo 21 votos favorables y 56 desfavorables, lo que le deja un saldo de 35 puntos negativos.
