El Banco Mundial prevé que la economía salvadoreña se contraiga -4.3 % este 2020 pero advierte que habría una recuperación para 2021 de 4.8 %. Estimaciones que deben “tomarse con cierta prevención y no tan literales”, añadió Martín Rama, economista en jefe para Latinoamérica y el Caribe del multilateral.

En su informe “Economía en los tiempos de COVID-19”, publicado este domingo, revela un pronóstico de una contracción de hasta -4.6 % para las economías de Latinoamérica debido a los resultados magros de años anteriores por protestas sociales, la caída del precio del crudo y el impacto de la pandemia del nuevo coronavirus.

Las estimaciones toman de base las medidas de confinamiento general en 25 países y se advierte que el impacto económico dependerá de cada nación. De esa forma, para El Salvador se estima una contracción de -4.3 % este 2020 y se proyecta una recuperación de 4.8 % para 2021.

Esta proyección es la más alta de los posibles escenarios del impacto de la pandemia en la economía nacional revelados hasta ahora, supera la previsión del Banco Central de Reserva (BCR) que espera una contracción entre -2 % y -4 %, y la valoración de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) por -3.5 %.También es mayor a contracción esperada entre el -2 y -3.9 % del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El Banco Mundial prevé que la región en general se recupere para 2021 y alcance un crecimiento de 2.6 %. Esto supone un reto para El Salvador, quien tendría una contracción más profunda que la crisis financiera de 2009 cuando su Producto Interno Bruto (PIB) cayó -2.08 % y, sin embargo, en la década siguiente no logró recuperar el dinamismo económico previo la contracción y se mantuvo por abajo del 3 %, con excepción de 2011 que logró un avance de 3.8 % (ver gráfica 2).



Impacto en la región

El Salvador junto y Nicaragua tendrían al contracción más alta para 2020 debido a la pandemia, ambos en -4.3 %, según las proyección del Banco Mundial. Para Costa Rica se proyecta una caída de 3.3 % mientras que Panamá experimentaría un decrecimiento de -2 %, Honduras caería -2.3 % y Guatemala -1.8 %.

“Los gobiernos de América Latina y el Caribe enfrentan el enorme desafío de proteger vidas y al mismo tiempo limitar los impactos económicos”, sumó Rama en una conferencia virtual. Añadió que se requerirán “políticas dirigidas y coherentes en una escala raras veces vista anteriormente”.

El Banco Mundial señaló que si bien la región tiene experiencia con crisis financieras anteriores, la pandemia de COVID-19 representa una nueva dimensión, pues las medidas necesarias para contener el virus generan un choque del lado de la oferta.

La institución multilateral, con sede en Washington, prevé que la demanda de China y los países del G7 decaigan con fuerza, impactando a los países exportadores de materias primas en América del Sur y a los países exportadores de servicios y bienes industriales en América Central y el Caribe.

Señaló que muchos países de América Latina y el Caribe se enfrentan a esta crisis con un espacio fiscal acotado y que el alto grado de informalidad hace que sea más difícil llegar a todos los hogares.

“Muchos hogares viven al día y carecen de recursos para enfrentar los aislamientos y cuarentenas necesarios para contener la propagación de la epidemia”, explicó la institución.