Estas son algunas de las imágenes que marcaron la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París, que hizo que las miradas del mundo se dirigieran este viernes hacia la capital francesa:

El público tuvo que hacer largas filas para presenciar ingresar a la ceremonia de inauguración de los Juegos. / AFP
El público tuvo que hacer largas filas para presenciar ingresar a la ceremonia de inauguración de los Juegos. / AFP

Largas filas de acceso

Los accesos a las tribunas para seguir la ceremonia fueron especialmente lentos y a muchos les costó poder llegar a su asiento a orillas del río Sena, por las medidas de seguridad en los puntos de control y las angostas calles que conducen al río. Algunos invitados tuvieron el problema de que sus entradas habían sido anuladas en los últimos días por un fallo informático.

Desde la prefectura de policía de París se señaló a la AFP que todos los espectadores con entradas para las tribunas de acceso gratuito habían accedido a sus localidades hacia las 19h45 locales (17h45 GMT), un cuarto de hora después de que comenzara el acto.

Ladi Gaga marcó el inicio de la ceremonia. / AFP
Ladi Gaga marcó el inicio de la ceremonia. / AFP

Lady Gaga para empezar

El primer plato fuerte de la ceremonia fue uno de los secretos a voces de la ceremonia, la reina estadounidense del pop Lady Gaga, interpretando "Mon truc en plumes" de Zizi Jeanmaire, una canción emblemática del music-hall francés.

Con un vestido negro palabra de honor, guantes largos hasta por encima del codo y rodeada de bailarines, las plumas rosas pusieron la primera nota de color mientras el cielo se iba poniendo cada vez más gris.

Las capuchas transparentes también tuvieron foco en una ceremonia marcada por la lluvia. / AFP
Las capuchas transparentes también tuvieron foco en una ceremonia marcada por la lluvia. / AFP

Chubasqueros transparentes

Chubasqueros y paraguas se invitaron a la apertura olímpica, confirmando las previsiones meteorológicas que no dejaron de empeorar a lo largo de la semana.

El pianista Alexandre Kantorow tuvo que tocar mientras las gotas golpeaban caían con fuerza, a cabeza descubierta. No como el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, cubierto en esos momentos hasta las cejas.

Principe Alberto II de Monaco. / AFP
Principe Alberto II de Monaco. / AFP

Dignatarios mojados

La lluvia no respeta ni a los jefes de Estado. El rey Felipe de España y su esposa, la reina Letizia, también se enfundaron el chubasquero transparente que homogeneizó el aspecto de un gran número de los asistentes. El día de su boda, en 2004 en Madrid, también estuvo pasado por agua. Ambos se descubrieron la cabeza, aún a riesgo de mojarse, para saludar al barco del equipo español.

La misma prenda lucieron el presidente de Colombia, Gustavo Petro, la princesa Charlene de Mónaco o el rey Guillermo de los Países Bajos junto a su reina consorte, la argentina Máxima Zorreguieta. Se desmarcó del 'outfit' de moda de la pasarela parisina el nuevo primer ministro, Keir Starmer, que optó por otra prenda protectora de color azul oscuro del equipo olímpico de su país.

El baile Cancan fue parte de la inauguración de los Juegos de París. / AFP
El baile Cancan fue parte de la inauguración de los Juegos de París. / AFP

Del 'French Cancan' al breakdance

La música francesa y elementos culturales reconocibles mundialmente no faltaron desde los primeros compases de la ceremonia. En la primera parte del desfile, bailarines de 'French Cancan' trasladaron el espíritu del Moulin Rouge a las orillas del Sena a la altura de la isla de San Luis.

Pero junto a la tradición también hubo elementos musicales más singulares. La banda de metal Gojira actuó a la altura de La Conciergerie con imágenes de una Maria Antonieta decapitada, antes de que el contratenor polaco Jakub Jozef Orlinski interpretara más adelante en la ceremonia un area de ópera de Jean-Philippe Rameau e hicieron un baile de su otra pasión, el breakdance, que se estrena en París-2024 como disciplina olímpica.

Rafa Nadal, leyenda del tenis español. / AFP
Rafa Nadal, leyenda del tenis español. / AFP

De tal palo, tal astilla

Rafa Nadal disfrutó del inicio de la ceremonia de inauguración desde un balcón en compañía de su esposa Xisca y de su hijo de casi dos años. El pequeño Rafael no solo comparte nombre con el ilustre tenista, sino que le imita también en los gestos para saludar a los barcos por el río.

Nadal participó luego en la ceremonia, pasando de espectador a protagonista, cuando en la parte final fue portador de la antorcha olímpica.

Una pancarta recriminaba a Israel ante la muerte de miles de palestinos. / Cortesía
Una pancarta recriminaba a Israel ante la muerte de miles de palestinos. / Cortesía

Pancarta por Palestina

Las delegaciones de Israel y de Palestina desfilaron en barcos bien separados. Los primeros en el número 37 y los segundos en el 57.

Una pancarta en un edificio cercano al desfile aludía al actual conflicto en Gaza, acusando a Israel de estar "en el podio de los crímenes de guerra" y pidiendo un "boicot".

Aya Nakamura durante su presentación en el Sena. / AFP
Aya Nakamura durante su presentación en el Sena. / AFP

Aya Nakamura, oro olímpico

El Puente de las Artes, entre el Instituto de Francia y el Museo del Louvre, fue la pasarela elegida para la actuación de Aya Nakamura, de origen maliense y la cantante francófona más escuchada del mundo. Vestida de color oro, cantó un popurrí de sus éxitos "Pookie" y "Djadja" junto a la Guardia Republicana.

Desde que hace meses se rumoreó con su actuación en la apertura olímpica, grupos de la extrema derecha en Francia se habían escandalizado. El presidente Emmanuel Macron salió entonces en su defensa y finalmente participó de la fiesta.

Tuvalu, Ucrania y Uruguay compartieron barco para sus delegaciones. / AFP
Tuvalu, Ucrania y Uruguay compartieron barco para sus delegaciones. / AFP



Tuvalu toma el testigo

Mientras la mayoría de deportistas se abrigaban y se cobijaban de la lluvia, Tuvalu desfiló compartiendo barco con Ucrania y Uruguay. Sus dos representantes en el evento acudieron con atuendos tradicionales de este pequeño archipiélago de Oceanía, con coronas de flores, tiras coloridas a modo de falda y en el caso del representante masculino, el atleta Karalo Maibuca, con el torso desnudo.

Pasó en cualquier caso más desapercibido por las circunstancias del desfile que el abanderado de Tonga en los Juegos Olímpicos de 2016 y 2018, el taekwondista y esquiador de fondo Pita Taufatofua, que en ambos casos fue abanderado con un traje típico de su país y con el torso desnudo y cubierto de aceite, lo cual convirtió su presencia en viral en ambas ocasiones.

Como en Titanic

Antes de ponerse el chubasquero, los abanderados de la delegación británica pudieron brindar un momento divertido al recrear en su barco del desfile la célebre escena del filme "Titanic" en la que Leonardo Di Caprio lleva a Kate Winslet a la proa del barco.

Si en la oscarizada obra de James Cameron era el personaje femenino el que figuraba delante y abría los brazos, esta vez fue el clavadista Tom Daley el que recreó el gesto, mientras que la remera Helen Glover se colocó a su espalda y le abrazó por detrás.

Beso entre hombres y 'drag queens'

La ceremonia tuvo además acento LGBTQ+ en varios de los cuadros artísticos del director artístico Thomas Jolly, que durante su adolescencia fue acosado por su homosexualidad.

Se pudo ver así a dos hombres besándose, a la modelo transgénero Raya Martigny desfilando con música de la DJ francesa feminista y lesbiana Barbara Butch o una recreación de la Última Cena con varias 'drag queens' (Nicky Doll, Paloma o Piche, esa última reconocible por su barba rubia).

Un caballo mecánico plateado cabalgó por el río Sena. / AFP
Un caballo mecánico plateado cabalgó por el río Sena. / AFP

Un caballo por el Sena

Atención, secuencia onírica. Un caballo mecánico plateado lanzado al galope recorriendo seis kilómetros del Sena, hasta la torre Eiffel, para propagar "el espíritu olímpico". A su paso por los puentes del río se desplegaban alas de paloma como muestra de "amistad y solidaridad".

Según el director artístico Thomas Jolly, se trataba también de "la encarnación de Sequana, diosa del río y símbolo de la resistencia". Al término de su larga galopada, una amazona vestida con una capa adornada con los anillos olímpicos llegó a Trocadero, frente a la torre Eiffel, para llevar la bandera olímpica. El caballo mecánico flotante necesitó "un año de trabajo", confirmó la AFP con su taller de fabricación.

De izquierda a derecha: Carl Lewis, Rafa Nadal, Nadia Comaneci y Serena Williams, en un bote lleno de historia deportiva. / AFP.
De izquierda a derecha: Carl Lewis, Rafa Nadal, Nadia Comaneci y Serena Williams, en un bote lleno de historia deportiva. / AFP.

Barco de mitos

El último barco en recorrer el Sena con deportistas a bordo fue el encargado de transportar la antorcha olímpica hasta las orillas del museo del Louvre. A bordo, cuatro mitos del deporte: la gimnasta Nadia Comaneci, el atleta Carl Lewis o los tenistas Rafa Nadal y Serena Williams.

Nadal había recibido el fuego olímpico del exfutbolista Zinedine Zidane y se lo entregó a la exnúmero uno del tenis femenino Amélie Mauresmo, que inició a partir de ahí una serie de relevos de deportistas emblemáticos franceses.

Un majestuoso pebetero fue encendido para dar el banderillazo de salida de los Juegos. / AFP
Un majestuoso pebetero fue encendido para dar el banderillazo de salida de los Juegos. / AFP

Encendido del pebetero

Desde la pirámide del Louvre al jardín de las Tullerías, deportistas olímpicos y paralímpicos franceses se sucedieron en una serie de relevos hasta llegar al último, que compartieron la exatleta Marie-José Pérec y el judoca Teddy Riner.

Ambos deportistas, especialmente populares y queridos en Francia, tomaron el fuego olímpico y encendieron el pebetero, situado en la base de un globo aerostático, que estará encendido hasta el cierre de los Juegos, el 11 de agosto.

El gran cierre de la ceremonia estuvo a cargo de Céline Dion. / AFP
El gran cierre de la ceremonia estuvo a cargo de Céline Dion. / AFP

Celine Dion desde la Torre Eiffel

Si Lady Gaga había abierto la ceremonia, otra diva esperada la cerró: la cantante canadiense Celine Dion interpretó el "Himno al amor" de Edith Piaf desde el primer piso de la Torre Eiffel, omnipresente también durante la ceremonia.

Dion, ausente de los escenarios desde 2020 por enfermedad, reapareció así para clausurar la ceremonia, con una canción francesa emblemática que la propia cantante ya interpretó en una actuación en Los Angeles en noviembre de 2015, como homenaje a las víctimas de los atentados yihadistas que había sufrido la capital francesa.