El director ejecutivo del CDC, Danilo Pérez, explicó que el cálculo toma de referencia el salario mínimo base en El Salvador, de $365 para el sector de comercio, menos las deducciones legales que dan como resultado $328.
Este salario neto se resta a los $245 de la canasta urbana, con registro de octubre, y se descubre que a una persona aún le quedan $60 libres para cubrir otros gastos.
Este dinero es utilizado para pagar agua, electricidad, pasajes y comprar el gas.
“Si comparamos el costo de la CBA urbana con los servicios que tienen que pagar, de acuerdo a la EHPM de 2023, quiere decir que a ese trabajador, con su salario neto, le hacen falta $28.06”, añadió Pérez.
El vocero del CDC indicó que los salvadoreños deben “conseguir” cada mes el dinero para saldar ambos compromisos financieros o tomar la decisión de prescindir o reducir la adquisición de algún bien o servicio.
El Centro señala que las personas en El Salvador tienden a priorizar el pago de servicios y castigar los alimentos que consumen.
La situación sería más crítica para el sector agropecuario rural, pues según el CDC debe conseguir $67.72 cada mes.
Ingresos
El CDC citó datos de la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM) y señaló que un 71.7 % de la población en El Salvador tiene ingresos -salario y otras fuentes de fondeo- por debajo de los $500.“Nosotros hicimos un estudio de costo de vida cerrando diciembre de 2023, que nos mostró que era de $920, esa es nuestra metodología”, añadió Pérez.
La institución aseguró que las brechas entre los salarios netos y las necesidades en la población “son terribles” al punto que pueden estar empujando un incremento en la inseguridad alimentaria y nutricional en El Salvador.
El Banco Mundial (BM) recordó este mes que entre un tercio y un cuarto de la población en El Salvador se encuentra bajo la línea de pobreza.
Además, un diagnóstico divulgado por el BM reveló que los ingresos reales de los salvadoreños más pobres cayeron un 10 % en los últimos cinco años.
La investigación encontró que los ingresos laborales son los que más han caído, mientras que las remesas y transferencias domésticas se han reducido en menor proporción.