El 88 % de la oferta de vivienda nueva en el Gran San Salvador se dirige a perfiles de clientes con ingresos mayores a $1,500 mensuales, revela un estudio de la Superintendencia de Competencia.

La investigación, publicada en su página web, explora el sector de construcción destinado a la provisión de vivienda en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS). Es una revisión de los permisos, las principales desarrolladoras en el mercado, peso en la economía, proveedores y oferta.

La industria de la construcción juega un rol sustancial porque provee de infraestructura a casi todo los sectores económicos y es un importante empleador, de hasta 200,000 empleos directos e indirectos.

Además de centros comerciales, infraestructura vial, edificios de usos múltiples, el rubro se expande por todo el país con proyectos residenciales.

Entre 2010 y 2014, según informes de la OPAMSS, se aprobaron 4.22 millones de metros cuadrados de área de construcción de vivienda. De estos, el 40.7 % se sitúa en el municipio de Santa Tecla, 26.8 % en Antiguo Cuscatlán, 15.6 % en San Salvador, 6.8 % en San Martín y 5.3 % en Apopa.

Vivienda por ingreso.

La vivienda en “altura” se ha vuelto más popular y las grandes inmobiliarias anuncian con frecuencias proyectos inmobiliarios en las periferias de San Salvador. Detrás de este “boom” de complejos residenciales está una mayor demanda por parte de salvadoreños en el exterior e inversionistas que compran varias unidades para después ofrecerlas en alquiler.

El estudio señala que hay dos tipos de vivienda: de interés social y de mercado. También se pueden clasificar en nuevas y usadas, así como en apartamentos o casas.

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Las viviendas de interés social se caracterizan porque su precio es menor, de un promedio de $19,000, porque están destinadas a un perfil de cliente con ingresos mensuales de $580. En este segmento el Fondo Social es uno de los principales actores económicos, aunque hay desarrolladoras privadas. El estudio de la Superintendencia señala que la extensión de estas casas ronda los 47 metros cuadrados y sus “amenidades” son el parque o cancha de la colonia.

La vivienda de mercado, en cambio, está destinada para personas con ingresos superiores a los $1,500 mensuales, ya que su precio promedio es de $184,094. Su tamaño ronda los 228 metros cuadrados, casi cinco veces más grande que la de interés social, mientras que estos complejos residenciales incluyen amenidades como piscina, gimnasio, juegos infantiles, parqueo y seguridad privada.

Costo por las nubes.

De acuerdo a la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), el ingreso promedio del 90 % de los hogares salvadoreños es de $453.23, pero el último decil genera ingresos que van de $1,286 a $20,018.

“Asumiendo una capacidad de pago equivalente al 25 %, se aduce que el 90 % de la población presenta una disponibilidad mensual equivalente a $113.31. Lo cual, en contraste con el nivel de precio promedio de las viviendas entre 2010-2019, implica una limitante para el acceso al consumidor”, matiza la Superintendencia.

La institución calcula que una familia en el Gran San Salvador tiene que destinar cerca de $2,000 mensuales para pagar la vivienda, incluyendo el costo de la hipoteca.

Tres datos de cómo viven los salvadoreños


1.- Vivienda propia
Según la EHPM, el 50.8 % de la población salvadoreña es propietaria de una casa, departamento, pieza o tiene una vivienda improvisada.

2.- Hacinamiento
El 40.9 % de los hogares a nivel nacional tiene tres o más personas por dormitorio, incluso en algunas casas no hay habitaciones exclusivas para dormir.

3.- Condiciones
Una vivienda de interés social tiene 47 metros cuadrados, mientras que una de mercado supera los 200 metros y tiene acceso a zonas de esparcimiento.