El gasto para garantizar una nutrición balanceada en El Salvador es de $3.8 millones anuales, destaca un informe elaborado por cuatro agencias de Naciones Unidas.

La CEPAL, el IICA, la FAO y el WPF presentaron ayer un estudio sobre cuánto cuesta en América Latina y el Caribe no enfrentar el hambre y la malnutrición frente a las soluciones para poner fin a la inseguridad alimentaria en la región.

De 14 países analizados, el reporte señala que los pocos datos por países muestran un limitado nivel de gasto en temas de nutrición, donde El Salvador reporta un 0.02 % del Producto Interno Bruto (PIB).

La estimación es elaborada por el Programa de acción para el fomento de la nutrición (SUN Road Map, por sus siglas en inglés) a partir de “gastos específicos” y “gastos sensibles” a la nutrición para cuatro países, incluyendo a Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Perú.

En el caso de Costa Rica es de $109.3 millones, un 0.2 % del PIB; Guatemala con $194.8 millones, un 0.28 %; y Perú con $307.7 millones, un 0.15 % del PIB.

“Los pocos datos por países muestran un limitado nivel de gasto en temas de nutrición (entre 0.28 % en Guatemala y 0.02 % en El Salvador). Los flujos internacionales de desarrollo agrícola representan aproximadamente el 0.07 % del PIB, y la cartera de préstamos al sector agropecuario se mantiene alrededor del 1.53 % del PIB de la región (valor en stock)”, señala en el reporte.


¿Cuánto cuesta erradicar el hambre?

Las agencias de la ONU estiman que el gasto producido por la inacción ante el hambre y la malnutrición en América Latina y el Caribe cuesta un 6.1 % del PIB en los 14 países -incluyendo a El Salvador-.

En contraste, el costo para cerrar la brecha de ingresos con transferencias para el acceso a dietas saludables es de un 1.5 %, una diferencia de cuatro veces.

Para Centroamérica y México, las agencias estiman que el costo de no hacer nada para erradicar el hambre es de un 6.9 % del PIB, mientras que el financiamiento para cerrar la brecha es de solo un 0.73 % del Producto Interno Bruto.

Mario Lubetkin, subdirector general y representante de la FAO para América Latina y el Caribe, destacó que el gasto de alimentos en la región representa un 22 % del PIB, por lo que es fundamental alinear las políticas sociales, económicas y comerciales para reducir la inseguridad alimentaria.

José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL, añadió que más de 70 millones en América Latina y el Caribe viven en pobreza extrema, es decir, que no tienen suficientes ingresos para comprar los alimentos básicos diarios.